Solución profesional para el cambio del filtro diesel

 Con el Pro-Line Aditivo para filtros diésel de Liqui Moly los talleres pueden aumentar sus beneficios y la fidelización de clientes.

Al cambiar el filtro diesel no puede penetrar aire en el sistema, de lo contrario no se puede presurizar y el desgaste de la bomba de inyección aumenta.

Los filtros diesel se encuentran entre las típicas piezas de un vehículo que necesitan ser sustituidas regularmente. Los fabricantes son los que determinan los intervalos. La mayoría de las veces, el filtro se sustituye, cuando hay una revisión. El especialista alemán en aceites y lubricantes Liqui Moly ha desarrollado un aditivo que debe formar parte de todos los cambios de filtros realizados por profesionales.

Al cambiar el filtro diesel no puede penetrar aire en el sistema, de lo contrario no se puede presurizar y el desgaste de la bomba de inyección aumenta considerablemente. Y la protección de la bomba es crucial en los motores diésel. Por lo general, la inyección se realiza a 2000 bares. Por ello, el filtro debe estar lleno de líquido. La cantidad suele ser de unos 300 mililitros de diésel. Los talleres no facturan esta cantidad, pero con los años, los gastos se van acumulando. Liqui Moly soluciona este problema con Pro-Line Aditivo para filtros diésel

Este nuevo producto de uso profesional se añade al filtro diésel. «El aditivo actúa con efecto concentrado allí y limpia inmediatamente el sistema de inyección y los inyectores,» explica David Kaiser. Kaiser dirige el departamento de Investigación y Desarrollo de Liqui Moly. El aditivo contiene además un mejorador de lubricación. Esto adquiere importancia ante la presencia de burbujas de aire en el sistema. Pueden arrancar la película lubricante. El mejorador de la lubricación lo impide. El potenciador del índice de cetano reduce también las sacudidas y optimiza la capacidad de arranque del motor. En resumidas cuentas, el grupo funciona más suave, cuando se le aplica el aditivo. La mayoría de los filtros diésel contienen 300 mililitros. El resto de la lata de 500 mililitros se vierte en el depósito y así se limpia con una dosificación reducida durante un largo período.

«Con el aditivo, el cambio del filtro es bastante más sencillo, más limpio e incluso más sano,» según David Kaiser. Algunos talleres cargan el diésel con una bomba de combustible de difícil dosificación. Esto provoca que, después del cambio del filtro, frecuentemente haya que limpiar a fondo, algo a todas luces innecesario e insalubre, ya que se sospecha que el diésel es una sustancia cancerígena.

Pro-Line Aditivo para filtros diésel es otra posibilidad más para los talleres de generar ingresos adicionales y, a su vez, de intensificar la fidelización, si se vende el aditivo como un nuevo servicio integrado en la revisión, con el que mejora la combustión en el motor, lo que a su vez redunda en que el grupo funcione bien durante más tiempo. «Y por añadidura, un taller puede destacar frente a la competencia cuando lleva a cabo una limpieza del diésel de estas características», describe David Kaiser.