Test: Smart ForFour

Por primera vez, el Smart “Para Cuatro” pasajeros se ofrece en la Argentina. Diseño excéntrico. Precio exclusivo. Más que una solución urbana, un capricho.

El autito nacido para la ciudad ahora es “ParaCuatro” pasajeros.

Pero mantiene el motor y la tracción traseros.

Smart está en la Argentina desde hace seis años, pero este año Mercedes-Benz Argentina anunció su relanzamiento local. Presentó a la nueva generación de su famoso citycar y declaró que su comercialización ya no se limitará sólo a Buenos Aires y Tierra del Fuego. Ahora también se vende en Córdoba, Rosario, Santa Fe, Tucumán, Salta, Mendoza, Corrientes y Misiones.

Y, junto con ese relanzamiento, se presentó la mayor novedad en la gama local de Smart desde 2010: el modelo ForFour. Ya no es un minúsculo autito para dos pasajeros. Ahora tiene cuatro puertas y espacio “ParaCuatro” personas.

Manejamos durante una semana la versión Passion de 26.400 dólares. La crítica completa se reproduce a continuación.

Cae el sol en la ciudad.

POR FUERA

Olvidate del auto diminuto que alguna vez sorprendió al mundo, con sus 2,5 metros de largo. Aquél autito fue una revolución en las grandes ciudades europeas, cuando las autoridades municipales le dieron permiso para estacionarse en ochavas o perpendicular a la verada, como una moto.

El Smart ForTwo que llegó a la Argentina en 2010 nunca gozó de ese permiso municipal, porque arribó con la segunda generación: ya medía 2,7 metros de largo. La tercera generación del ForTwo mantiene esa longitud, pero este ForFour se estira hasta 3,5 metros. La distancia entre ejes pasó de 1,87 a 2,49 metros.

Es decir, la carrocería tiene casi las mismas proporciones de un Fiat 500. Pero su distancia entre ejes es más grande que en un VW Gol Trend. Esto se logró llevando las ruedas a los extremo del auto. Sin esos paragolpes abombados, los neumáticos desbordarían por fuera del ForFour.

El resultado es un auto de diseño exótico. No tan excéntrico con el ForTwo, pero con una clara personalidad propia.

Esta no es la primera vez que Smart ofrece un ForFour en su historia. Ya existió uno en el pasado. Con 3,75 metros de largo, era más grande que el actual, pero fue un fracaso en ventas. Sólo se fabricó entre 2004 y 2006.

Esta segunda generación del ForFour surgió como una oportunidad para aprovechar la alianza entre Mercedes-Benz y Renault-Nissan. Es primo-hermano del Renault Twingo de tercera generación, que se lanzó en 2014 y no tiene planes de llegar a la Argentina. Los dos comparten la misma plataforma, con motor y tracción trasera. Y los dos se producen en la misma planta de Eslovenia (el ForTwo, en cambio, se fabrica en Francia).

El ForFour llega a la Argentina con carrocería bitono de serie. Las franjas naranjas que ves en esta unidad resaltan a la llamada “Célula de Seguridad de Tridión”, la estructura indeformable -en acero de alta resistencia- que protege a los ocupantes en caso de choque.

Las puertas del ForFour están revestidas con paneles de acero. En el ForTwo, en cambio, son de plástico (con estructura de acero).

Esta versión Passion (26.400 dólares) se diferencia por fuera de la más económica City (23.300 dólares) sólo por las luces antiniebla. Las llantas de aleación son de serie y están calzadas con pequeños neumáticos Dunlop Sport BluResponse 165/65R15.

Es para cuatro personas, pero atrás sólo hay espacio para piernas de niños.

Aunque con estilo propio.

El volante en cuero y multifunción también es exclusivo de esta versión Passion.

Más del Passion: tablero con pantalla digital en TFT.

Clásico de Smart: tacómetro y reloj por fuera del instrumental clásico.

Demasiados comandos de vehículos low-cost en un citycar de precio premium.

Gran diseño del aire acondicionado. Palanca de cambios del Renault/Dacia Sandero.

Teclas también provenientes del grupo francorumano.

Este curioso accesorio es opcional.

Es un soporte para smartphones, con puerta USB propio.

La versión Passion viene de serie con doble techo panorámico.

POR DENTRO

En el habitáculo, las diferencias entre el Passion y el City son más notorias: techo panorámico doble (fijo y con cortinas), tapizado con combinación de colores, volante multifunción en cuero y tablero de instrumentos con computadora de abordo, en pantalla TFT color.

El diseño del habitáculo del ForFour es todavía más excéntrico que el exterior. En Smart siempre se las arreglaron muy bien para ambientar cabinas originales, con materiales sencillos (todos plásticos duros).

En este caso, el toque de color viene por el lado de la tela perforada naranja, que se utilizó para revestir toda la plancha de instrumentos y los paneles de las puertas. El efecto es muy agradable a la vista, aunque me pregunto si será un material duradero.

Tan sólo desentona el exceso de componentes de origen Renault y Dacia, como el pomo de la palanca de cambios, los comandos de los intermitentes, los levantavidrios eléctricos, la perilla de los espejos eléctricos y hasta los picaportes internos. No es nada contra el Sandero: pero no es posible que un Smart utilice las mismas piezas, cuando su precio es mucho más elevado.

La posición de manejo, como siempre en los Smart, es muy cómoda. Es un auto chiquito, pero pensado para que los manejen alemanes de dos metros. Sería perfecto si tan sólo el volante se ajustara en profundidad (se mueve apenas en altura).

El volante tiene muy buen tacto y se ve bastante deportivo, con esos botones del control de crucero, que cuelgan hacia abajo a modo de Ferrari Style.

Y está lleno de detalles de diseño muy simpáticos: las salidas de aire redondas (que parecen imitar a la estrella de Mercedes-Benz), el aire acondicionado con una lupa deslizante (para señalar la temperatura elegida) y el tacómetro fuera del instrumental, a la izquierda del conductor. Ese cuentarrevoluciones incluye un segundo dial con un reloj horario. En las futuras versiones Top ese reloj es reemplazado por el manómetro de presión del turbo.

Se llama ForFour, “ParaCuatro”, y por eso en las plazas traseras hay sólo dos butacas individuales, separadas por un gran guardaobjetos con posavasos. El espacio para los pasajeros de atrás es muy amplio en altura y aún más generoso en ancho, pero es mínimo para las piernas. Con la butaca del conductor acomodada para mi metro 87, atrás apenas cabe un niño. Es decir: el ForFour tiene cuatro puertas, pero no es más amplio que un Fiat 500.

El baúl, por lo menos, es más aprovechable. En condiciones normales tiene sólo 185 litros. Pero los respaldos traseros se pueden rebatir por mitades. Y hasta se puede levantar la butaca por mitades, para lograr una superficie de carga bien plana, con un volumen total de 975 litros. Genial.

Bajo el piso del baúl está el motor. Está sellado y se necesitan herramientas especiales para abrirlo. Los elementos para el mantenimiento de rutina no están ahí. Se encuentran bajo el capot delantero, que se abre con llave: batería, líquido refrigerante, líquido de frenos y depósito para limpiavidrios.

¿Y la rueda de auxilio dónde va? En ningún lado. No tiene. El Smart cuenta apenas con un kit de emergencia para reparar pinchaduras. Es un citycar: no está pensado para aventuras en la ruta.

SEGURIDAD

Más allá de la mencionada Célula de Seguridad de Tridión, el Smart siempre viene muy completo en materia de seguridad. El ForFour llega de serie con siete airbags (incluye de rodillas para el conductor), frenos ABS con EBD, anclajes Isofix, control de estabilidad y asistencia al arranque en pendiente.

El ForFour ya fue sometido a las pruebas de choque de EuroNCAP. No llegó a la calificación máxima. Obtuvo cuatro estrellas, con 78% de protección para adultos, 77% para niños y 65% para peatones.

Además, es uno de los primeros autos de la Argentina en traer de serie el código QR de rescate, para facilitar la tarea de bomberos en caso de accidente.

Ahí abajo está la batería y los depósitos de fluidos para el mantenimiento cotidiano.

El capot delantero se abre con llave.

MOTOR y TRANSMISIÓN

Con esta nueva generación, Smart dejó de lado los motores Mitsubishi 3B2 y adoptó los nuevos Renault H-Type. Es un impulsor que sigue teniendo tres cilindros en línea, cuatro válvulas por cilindro y 999 centímetros cúbicos. En esta versión atmosférica y con inyección directa, entrega 71 caballos de potencia a 6.000 rpm y 91 Nm a 2.850 rpm.

Con esta generación se desterró para siempre la lenta caja automatizada de cinco marchas. Esto es bueno. Pero, en su lugar, se adoptó en la Argentina una transmisión manual de cinco velocidades. Esto ya no es tan bueno. Es un citycar y la caja más lógica para la ciudad siempre es la automática.

La transmisión automática (una nueva de seis velocidades, con doble embrague, también de origen Renault) se reservó en nuestro mercado para el Smart más caro, que todavía no comenzó a entregarse.

Sin embargo, Mercedes-Benz Argentina ya comunicó los precios y equipamientos de estas versiones llamadas Top, tanto con carrocería ForTwo como ForFour. Tienen un motor de tres cilindros, con 900 cc, turbo, intercooler, 90 cv y 135 Nm.

El primer ForFour del 2004 era tracción delantera. Este nuevo ForFour es tracción trasera, como todos los otros Smart (y el mencionado primo Twingo).

El motor está bajo el piso del baúl. Está sellado y sólo se accede con herramientas específicas.

Es para cuatro personas, pero atrás sólo hay espacio para piernas de niños.

COMPORTAMIENTO

Con una mayor distancia entre ejes, el andar de este ForFour es mucho más cómodo y menos saltarín que en el ForTwo. Efecto colateral no deseado: también es menos nervioso y no tan divertido de manejar.

Esta versión “ParaCuatro” perdió las sensaciones de vértigo de su hermano más chiquito. Aunque esto no significa que sea un auto soporífero. Las ruedas ubicadas en cada extremo de la carrocería le otorgan una maniobrabilidad sorprendente. El diámetro de giro es de apenas 8,7 metros.

No recomiendo hacer drifting con un Smart. Pero tal vez alguna día circules por una calle empedrada, tal vez sea un día de lluvia, tal vez sea de noche y tal vez no haya nadie cerca. Entonces –sólo entonces- tal vez puedas apreciar una lógica tendencia física a irse de cola. Tiene tracción trasera y motor trasero. Es casi un Porsche 911 esloveno, ponele.

Por suerte, tiene control de estabilidad (ESP). Y no se puede desconectar. Apenas comienzan a deslizar las ruedas, la electrónica te llama a sosiego.

Más allá de eso, sus prestaciones son algo frustrantes. Acelera de 0 a 100 km/h en unos lentísimos 16,2 segundos. Y alcanza una velocidad máxima de 150 km/h. Al menos, el consumo promedio es muy bajo: 5,5 litros cada 100 kilómetros. Aunque el tanque de combustible es minúsculo: un frasquito de apenas 28 litros.

Pero es un citycar, nunca lo olvidemos. Lo que importa es que su manejo en ciudad es muy ágil. Las primeras tres marchas son bien cortas y la maniobrabilidad, una vez más, es excelente. A eso hay que sumarle un peso bajísimo. Son 975 kilos que los frenos, la dirección y el chasis no tienen problemas en controlar con solvencia.

El confort de marcha está algo penalizado por las ruedas tan chiquitas. El esquema de suspensión es interesante: McPherson adelante y el curioso (antiguo y cada vez menos utilizado) eje trasero de Dion. El comportamiento dinámico es muy bueno y estable, pero en pavimentos en mal estado el rodado tan pequeño transmite muchas asperezas al habitáculo. Un Fiat Mobi –más allá de su diseño y calidad cuestionables– está más preparado para nuestras calles que este Smart.

Viene de serie con el sistema Start&Stop, que apaga el motor al frenar, por ejemplo, en un semáforo. Es un sistema que siempre resulta más molesto en los autos con caja manual que automática, por las vibraciones y corcoveos que produce al pisar el embrague, cada vez que se quiere volver a arrancar. Por suerte, se puede desconectar.

No es un auto pensado para viajes largos, pero igual lo manejé en rutas y autopistas. Cuando el pavimento está en buen estado, se mueve sin problemas, más allá de las prestaciones limitadas. Es un auto bastante sensible a los vientos laterales. Y, en cuanto el pavimento se presenta algo deteriorado, no podés dejar de pensar: “No hay rueda de auxilio, no hay rueda de auxilio”.

A 120 km/h y en quinta velocidad, el motor trabaja a 4.000 rpm. A ese ritmo, el consumo es todavía más bajo: sólo 4,8 litros cada 100 kilómetros. Son 580 kilómetros de autonomía, a pesar del tanque de combustible en formato frasquito.

A partir de los 120 km/h, el ruido del viento se vuelve algo molesto. Al menos, compensa el simpático sonido tricilíndrico, que perfora el respaldo trasero. Casi, casi como un BMW i8 desenchufado. Ponele.

CONCLUSIÓN

Por el sólo hecho de tener dos puertas y dos asientos extra que el ForTwo, este nuevo ForFour resulta un auto bastante más versátil. En las plazas traseras no caben adultos, pero es un Smart que se puede disfrutar con hijos chicos.

El problema está en el precio. En Europa, los Smart son autos accesibles y de entrada a gama. En la Argentina, en cambio, desde su llegada en 2010, siempre tuvo un posicionamiento premium (por impuestos y decisión del importador).

El precio de este ForFourPassion obliga de manera inevitable a repasar la variedad de autos más convencionales que se podrían comprar con el mismo dinero: cotiza 100 mil pesos más que un Fiat 500, 50 mil más que un Suzuki Swift y cuesta lo mismo que un Ford Focus, un VW Golf o una Honda HR-V.

Otro problema: no se ofrece con caja automática. En un auto netamente de ciudad, y con este precio, es un faltante imperdonable.

Son defectos importantes, sin dudas, pero sólo si los enfocamos desde un análisis racional. Si te gusta su diseño, su originalidad, la excentricidad de su propuesta y hasta el enfoque irreverente de su tracción trasera, es muy probable que ni el argumento más ecuánime te haga cambiar de opinión.

El Smart, en la Argentina, sigue siendo un auto-capricho.

Carlos Cristófalo
Producción fotográfica: IanOppenheimer


FICHA TECNICA

Modelo probado: Smart ForFourPassion Manual
Origen: Eslovenia
Precio: 26.400 dólares (versiones desde 22.300 dólares)
Garantía: Dos años, sin límite de kilometraje.
Comercializa: Mercedes-Benz Argentina (www.smart.com.ar)

MOTOR

Tipo: naftero, trasero transversal, tres cilindros en línea, cuatro válvulas por cilindro, inyección directa, sistema Start&Stop.
Cilindrada: 999 cc
Potencia: 71 cv a 6.000 rpm
Torque: 91 Nm a 2.850 rpm

TRANSMISIÓN

Tipo: tracción trasera.
Caja: manual, de cinco velocidades.

CHASIS

Suspensión delantera: independiente, tipo McPherson, con resortes helicoidales, amortiguadores presurizados y barra estabilizadora.
Suspensión trasera: eje rígido de Dion, con resortes helicoidales y amortiguadores presurizados.
Frenos delanteros: discos ventilados.
Frenos traseros: de tambor.
Dirección: de piñón y cremallera, con asistencia eléctrica.
Neumáticos: Dunlop Sport BluResponse 165/65R15 (sin rueda de auxilio, con kit de reparación de pinchazos)

PRESTACIONES

Velocidad máxima: 150 km/h
Aceleración de 0 a 100 km/h: 16,2 segundos
Consumo urbano: 6,1 l/100km
Consumo extraurbano: 4,8 l/100km
Consumo medio: 5,5 l/100km

MEDICIONES

Largo / ancho / alto: 3.495 mm / 1.665 mm / 1.554 mm
Distancia entre ejes: 2.494 mm
Peso en orden de marcha: 975 kilos
Capacidad de baúl: 185 / 975 litros
Capacidad de combustible: 28 litros

EQUIPAMIENTO

  • Habitáculo indeformable con Célula de Seguridad de Tridión, en base a aceros de alta resistencia
  • Doble airbag frontal delantero
  • Doble airbag lateral delantero
  • Doble airbag de cortina
  • Airbag de rodillas para el conductor
  • Frenos ABS con EBD
  • Anclajes Isofix
  • Control de estabilidad (ESP)
  • Asistencia al arranque en pendiente
  • Control de crucero con control de velocidad programable
  • Sensores de estacionamiento traseros
  • Techo panorámico doble
  • Aire acondicionado
  • Faros halógenos con luces diurnas de leds
  • Faros antiniebla
  • Tapizado en tela negra con combinación de color
  • Volante multifunción en cuero
  • Instrumental con computadora de abordo en pantalla TFT color
  • Levantavidrios eléctricos delanteros
  • Ventiletes plegables traseros
  • Espejos de ajuste eléctrico
  • Equipo de audio con Bluetooth/Aux/USB
  • Asientos traseros rebatibles por mitades
  • Llantas de aleación de 15 pulgadas
  • Kit de reparación de neumáticos