Guía práctica para trabajar en el taller

En los talleres mecánicos, incluso en los más pequeños, se realizan operaciones de trabajo muy diversas: desde arreglar y sustituir toda clase de piezas, a reconstruir componentes o reparar y pintar carrocerías. Los riesgos laborales de este sector tienen mucho que ver con las herramientas de trabajo, con las condiciones de seguridad de los locales, con la exposición a contaminantes químicos y físicos, con la ergonomía, y con la organización del trabajo.

Teniendo en cuenta estos consejos, trabajar en un taller mecánico puede resultar más gratificante y cómodo.

Teniendo en cuenta estos consejos, trabajar en un taller mecánico puede resultar más gratificante y cómodo.

A continuación, les compartimos algunos consejos para prevenir accidentes y enfermedades en este ámbito laboral:

* Orden y la limpieza: En un taller mecánico es de vital importancia cumplir con estos dos requisitos. Para esto les recomendamos establecer métodos seguros de almacenamiento, señalizar correctamente los pasillos, ordenar las herramientas, retirar sistemáticamente los desechos, residuos y desperdicios, y limpiar frecuentemente el suelo. El orden y el buen estado de conservación de las herramientas contribuyen a evitar el riesgo de golpes o heridas.

* Recipientes ignífugos: Contar con contenedores de cierre automático y hermético, para depositar en ellos los desperdicios inflamables, así como los trapos impregnados de aceite o grasa.

* Mantenimiento del material de trabajo: Aplicar las normas de conservación indicadas por el fabricante en todas las herramientas, máquinas y equipos de protección personal. Es aconsejable establecer un sistema periódico de revisión.

* Prevención: Colocar barandas alrededor de la fosa de reparaciones, de una altura no inferior a 0,90 metros y cubrirlo cuando no se usa para impedir caídas. Limpiar su interior para evitar los resbalones durante el trabajo.

* Protección: Instalar seguros de protección en las grúas, los gatos o las plataformas elevadoras. Estos mecanismos garantizan la parada inmediata del sistema de elevación, en caso de que una falla provoque su descenso brusco. Es fundamental comprobar la estabilidad antes de iniciar los trabajos de reparación y establecer la prohibición (avisos, señales, etc.) de situarse debajo de las cargas que estén suspendidas.

* Seguridad eléctrica: Poner puesta a tierra en toda la instalación eléctrica, utilizar tensión de seguridad en las lámparas portátiles y emplear enrolladores con enchufes múltiples.

* Ventilación: Mantener un buen sistema de ventilación en todo el local para facilitar la eliminación de los gases nocivos. Hay que tener tapados todos los recipientes que contengan sustancias tóxicas y establecer zonas especiales para los trabajos de pintura, que tengan extracción localizada. Del mismo modo, se debe controlar la contaminación producida por los motores en prueba dentro del taller y usar aspiradores localizados que se introducen en el interior de los tubos de escape. Estas medidas ayudan a prevenir tanto los riesgos higiénicos como el peligro de incendio.

* Equipos de trabajo: Usar los equipos de protección individual adecuados para cada trabajo: guantes, protección auditiva, gafas o pantallas faciales y mascarillas.

* Planificación horaria: Organizar el trabajo evitando prolongar en exceso la jornada laboral habitual y planificar las tareas teniendo en cuenta que hay que destinar una parte del tiempo para imprevistos. De este modo, se ayuda a prevenir situaciones de cansancio físico y psíquico que pueden originar un accidente.

* Instrucción del personal: Instruir convenientemente a todas las personas que trabajan en el taller acerca del riesgo de las actividades que realizan.

 

Fuente: Fercol Lubricantes