La cultura organizacional

Por Néstor Setzes

La cultura es el conjunto de saberes, creencias, valores y costumbres expresados a través del comportamiento. Así como se puede aplicar el concepto para un individuo, también puede hacerse para un grupo de personas que habitan una región, un país, o simplemente pertenecen a una organización: “Cada organización tiene su propia cultura, la que es denominada cultura organizacional”.

Y se trata de su identidad, es decir del propio conjunto de saberes, creencias, valores y costumbres que se viven en esa organización y se expresan claramente a través del comportamiento individual y grupal de las personas en la misma durante su horario laboral. En algunos casos la cultura es tan evidente que se puede ver la conducta de la gente que cambia en el mismo momento en que traspasa las puertas de la empresa: “Cada cultura organizacional es única e irrepetible al igual que cada organización”

Las culturas de las distintas empresas pueden ser parecidas pero nunca exactamente iguales, ya que la combinación de personas y valores es distinta.

Las culturas de las distintas empresas pueden ser parecidas pero nunca exactamente iguales, ya que la combinación de personas y valores es distinta.

Las culturas de las distintas empresas pueden ser parecidas pero nunca exactamente iguales, ya que la combinación de personas y valores es distinta.

El gran desafío de todo empresario PyME es que la cultura organizacional de su empresa sea la que realmente él desea y necesita. Se trata de una árdua y permanente labor que comienza por entender lo siguiente: “La cultura organizacional actúa por derrame y es exclusiva responsabilidad de la Dirección”.

Esto se debe a que una empresa no es una anarquía donde cada uno se comporta como quiere.  Una empresa es una organización de personas que deben comportarse según las reglas explícitas e implícitas que allí existen. Así se entiende que en algunos lugares gritar está muy mal visto mientras que en otros hacerlo es intrascendente. Lo mismo respecto del trato entre empleados, el respeto, la puntualidad, la responsabilidad, el compromiso, la buena voluntad, el cumplimiento de directivas, la precisión en las tareas, etc.

Muchas veces entre la “cultura deseada” y la “cultura real” de una organización se interponen algunos miembros denominados líderes.  Esto se hace más evidente cuando se trata de “líderes negativos” que influyen de manera inconveniente sobre el comportamiento del resto de las personas.

Esto implica que es muy importante identificar si hay algún líder negativo antes de implementar un plan de cambio de cultura, para neutralizarlo y lograr así el cambio con menos dificultades. La resistencia que comandan los líderes negativos generalmente responde a sus propias ambiciones e intereses personales en desmedro de los intereses de la organización y del bien común dentro de ella. Se trata de un problema muy común y poco detectado dentro de las empresas.

Para orientar a la organización hacia la “cultura deseada” es necesario primero definir ésta con claridad. Esto se hace explicitando que se pretende del comportamiento de las personas en el trabajo y dentro de su horario laboral. Luego es necesario implementar las estrategias necesarias para lograr “esa” cultura deseada por la Dirección. Dichas estrategias generalmente se basan en:

* Mensajes claros desde la Dirección

* Comunicación eficaz.

* Reglas claras con premios y castigos justos

* Capacitaciones

* Concordancia entre las personas y los puestos

Como se observa se trata de un tema muy importante para la buena vida y la productividad de cada empresa. Trabajar sobre su mejora no precisa de grandes erogaciones financieras ni de mayores recursos. Sólo se trata de una concientización directiva adecuada y de poner manos a la obra en base a las pautas aquí descriptas, entendiendo que es un trabajo permanente que se implementa de arriba hacia abajo de la pirámide organizacional.

 

* SICFIE, Asesoramiento y Control PyME – Coaching empresario / info@sicfie.com.ar / www.sicfie.com.ar