Cambio profundo, solución completa

Por Antonio J. Ciancio

En la nota anterior hicimos una breve descripción del proceso de generación de tecnologías para motores, y podemos distinguir claramente los dos “ejes conductores” en los últimos tiempos:

  • Protección del medio ambiente.
  • Mejora de la Economía de Combustible.

Los fabricantes de motores desarrollan cada vez con mayor velocidad nuevos prototipos que apuntan a esos dos objetivos, por supuesto sin olvidar la durabilidad ni la confiabilidad; ni a los factores que hacen al confort o la economía a largo plazo para el cliente (el llamado costo total de propiedad). En ese proceso de creación el lubricante es un actor fundamental: no olvidemos que es el único componente del motor que está en contacto con todas las piezas móviles y críticas para el buen funcionamiento, es decir, que si el lubricante falla toda la máquina se desgasta más rápidamente y se vuelve menos eficiente: baja la potencia, aumentan el consumo de aceite y de combustible, y muy probablemente aumenten las vibraciones con funcionamiento errático a bajas rpm.

Se comprende entonces que el fabricante quiera tener una seguridad completa de que el lubricante excede  todas las solicitaciones del trabajo. Además para cubrirse, se hacen severos ensayos de dinamómetro, con cargas y temperaturas exageradas, mientras el motor está controlado en todos sus detalles de presión, temperatura, velocidades y aceleraciones, más las vibraciones y deformaciones en muchos puntos o conjuntos importantes. Desde luego se controlan el consumo de aceite y de combustible, y el estado final, viendo si el lubricante se degradó más de lo esperado por el fabricante. El motor se desarma completamente siguiendo un estricto protocolo, y se miden las piezas críticas para verificar la protección al desgaste. La observación de los expertos es fundamental, porque ellos también califican los depósitos, ya sean barnices, lacas, depósitos de cenizas metálicas o simplemente acumulaciones de carbón. En muchos casos se determina la cantidad de esos depósitos por pesada, como en las tulipas de válvulas, o dimensionalmente, como en las ranuras de pistón.

Tradicionalmente los fabricantes como Ford, General Motors y Nissan entregan algunos de estos prototipos para el desarrollo de las Secuencias API, pero claro, ya pasan un par de años hasta que se genere la llamada Secuencia del API.

Así, el “timing” tecnológico está regido fuertemente por los fabricantes. De ahí nuestra frase final del artículo anterior:

 

Las nuevas lecciones aprendidas en lubricación nos indican que debemos leer las etiquetas buscando fundamentalmente las especificaciones de los fabricantes. API  y ACEA ya son secundarias.

 

Un cambio muy fuerte para los lubricantes es que muchos fabricantes ahora hacen testear a cada formulación con las pruebas más exigentes, tanto de los motores nafteros como de los turbodiésel, siendo el caso emblemático el de Volkswagen que en los últimos niveles exige sus VW 504.00 y VW 507.00 en conjunto, cubriendo así a las necesidades de sus nafteros más modernos y a las de sus poderosos turbodiésel (TDi y posteriores).

Esto lo venía haciendo tradicionalmente Mercedes Benz con sus páginas (del Silver Book) MB 229.1;  MB 229.0 y MB 229.5 _

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De allí la fuerte preeminencia de Volkswagen con sus normas internas, tan exigentes y aptas para los modernos motores con sofisticados sistemas de postratamiento. Claro que la comparación sería muy diferente si se mostrara contra la modernísima MB 229.52 que no sólo contempla a los dispositivos de protección ambiental, sino que también combate fuertemente los efectos ensuciadores y ácidos del BIODIÉSEL, tema que deberíamos exigir YA por estos lares, pues nuestro 10% en el gas oil es superior al de la mayoría de los países del mundo. Es que debemos notar que la página MB 229.5 nació allá por 1998 con el motor OM 611 (el que equipó a la Sprinter hasta 2012 es una versión con la potencia “derateada”), es decir, que es una fórmula ya clásica con altas cenizas sulfatadas (SA=1,3 %) y muy alto TBN=12, pero tiene características de protección “extra” a las que MBA no quiere renunciar; y por eso es su aceite preferido en Argentina.

Sólo como referencia, veamos cómo queda relegada la norma más nueva de ACEA, la A3/B4, con su nivel de protección:

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Podríamos marcar muchos ejemplos más, pero lo importante es fijar el concepto de que cada fabricante requiere un perfil particular de aceite, casi podríamos decir que el aceite debe estar hecho “a medida” para sus motores.

El resultado en la práctica es que van cayendo en obsolescencia muchos aceites que eran el tronco central de las ventas hace 5 años en nuestro país. Por ejemplo, los aceites minerales multigrado SAE 15W-40 ya no satisfacen a ningún motor moderno. Se ha hecho un gran esfuerzo para adaptar a nuestro  Mobil Super™ 1000 X1 SAE 15W-40, para superar las nuevas versiones de las normas MB 229.1 y VW 501.01/505.00, es decir se han pasado los ensayos de dinamómetro en motores turbodiésel y nafteros, pero estos niveles ya no son recomendadas por los fabricantes y sólo pueden dar un buen servicio a motores de más de 5 años de uso.

Algo muy similar ocurre en el clásico renglón de los aceites semisintéticos SAE 10W-40, el más clásico en ventas en los últimos años. También aquí se obtuvo una muy robusta formulación para nuestro Mobil Super 2000 Formula P 10W-40 (que evidentemente lleva la “P” de PSA o Peugeot- Citroën,  siguiendo a la escuela de esa casa francesa), que tiene las aprobaciones de aquellas marcas importantes presentes en Argentina que aún aceptan aceites semisintéticos en varios de sus modelos modernos. Y a partir de allí se llega al nivel de los sintéticos. Nuestros especialistas han creado alternativas muy eficientes desde el punto de vista costo-beneficio. Así llegan al país los Mobil Super 3000, sintéticos 100%, competitivos con cualquier sintético del mercado. Y finalmente llegamos a la cumbre de la tecnología,Mobil 1™, que es la línea de sintéticos avanzados de performance inigualable en todo el mundo.

Por eso es muy importante leer las etiquetas de los envases, verificando qué especificaciones del fabricante cumplen, a fin de seleccionar la opción de Mobil Super 3000 que otorga el mayor beneficio para su motor.

En la foto, nuestro compañero Mauricio Heit, especialista en atención para el engrase en  nuestras estaciones de servicio indica exactamente el lugar en la etiqueta del dorso donde leer las normas que nos interesan:

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El asesoramiento de nuestro personal es clave para orientarlo en esta nueva era. Como mencionamos anteriormente el lenguaje técnico de los lubricantes se ha hecho más complejo, y más que nunca recomendamos hacer la selección de su producto con asesoramiento, sobre todo si no cuenta con conocimientos adecuados sobre aceites de última tecnología.

 

Ahora podemos hacer un repaso de cómo queda nuestra línea para vehículos livianos:

Mobil 1

Mobil Super

Mobil Special™

Y también podemos presentarla segmentada por atributos:

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Así, estimados amigos, estamos entrando en una nueva era de la lubricación de su motor, con productos específicos, dedicados a su marca preferida de automóvil. Contamos además con el asesoramiento profesional de nuestro personal de ventas y de servicio técnico, siempre respaldados por el más prestigioso centro de Investigación y Desarrollo, en Paulsboro, Estados Unidos, desde donde sus especialistas están muy interesados en saber cómo se desempeñan aquí sus fórmulas, en el día a día. Es que no basta con las extensísimas horas de ensayo en dinamómetro o en dispositivos especiales, ni el trabajo en conjunto con los fabricantes para lograr las aprobaciones, ni las severísimas prácticas de control de calidad impuestas a nuestra planta de elaboración y laboratorio en Campana: la gran satisfacción es nuestro servicio al cliente. Con ello se cierra el círculo de calidad, que es nuestra filosofía de trabajo.

 

* Ingeniero de Lubricación de AXION energy (Mobil en Arg.). Docente asociado e investigador del Centro Argentino de Tribología. Comité Técnico de la Cámara Argentina de Lubricantes