Cinco décadas en el Infierno Verde

Honda y Nürburgring

Fue la primera marca japonesa en instalar un centro de ensayos en el famoso circuito alemán. Una idea surgida de Ayrton Senna.

Honda regresó al Nürburgring Nordschleife, donde ALL-INKL Münnich Motorsport y Boutsen Ginion Racing compiten en la tercera ronda del Campeonato del Mundo de Turismos de la FIA (WTCR, por sus siglas en inglés) 2018 con la última generación del Honda Civic Type R TCR en el famoso circuito alemán.

El año pasado, la versión de calle del nuevo Honda Civic Type R estableció un nuevo récord de tiempo de vuelta para los automóviles compactos de tracción delantera en la sección norte (Nordschleife) de este circuito: una versión del modelo en desarrollo logró un tiempo de vuelta de 7 minutos y 43,8 segundos.

La relación de Honda con la sección norte de Nürburgring se remonta a hace más de 50 años, a los inicios de su negocio de fabricación de automóviles. El debut de la marca en el circuito en 1964 supuso también la primera vez que un fabricante japonés competía en Fórmula 1, cuando el piloto estadounidense Ronnie Bucknum cruzó la línea de meta del Gran Premio de Alemania al volante del monoplaza RA271.

Honda lleva 50 años participando en competencias en el Nordschleife, el circuito norte de Nürburgring.

En la temporada de 1964, el RA271 era el único monoplaza con un motor V12 en una parrilla dominada por motores V8, y su sucesor, el RA272, fue el más potente de la era de los motores 1,5 litros de la F1. Este último ofrecería a Honda la primera victoria en Fórmula 1 tan solo un año más tarde.

En la carrera de los 500 kms de Nürburgring de 1964, el Honda S600, pilotado por el neozelandés Denny Hulme, obtuvo la primera victoria de la marca en esa categoría en Europa, finalizando en primera posición en la categoría Gran Turismo de 1.000 cc (GT1.0). Su sucesor, el S800 también obtuvo una victoria en el circuito de Nürburgring, logrando el primer puesto de la categoría GT1.0 en 1967 con los belgas Carl Smet y Hugues de Fierlant al volante.

Sin embargo, la actividad de Honda en Nürburgring no se limita a las carreras. Durante el desarrollo del superdeportivo NSX a finales de los 80, la marca estableció un centro de prueba a las puertas del legendario circuito. Las instalaciones eran, en gran medida, una respuesta a los comentarios de Ayrton Senna durante las pruebas de un prototipo del modelo en el circuito japonés de Suzuka, ya que Honda se dio cuenta de que necesitaba mejorar de forma significativa la rigidez del NSX. El duro trazado de 20,8 km de Nürburgring parecía el lugar perfecto para hacerlo.

Las pruebas de Honda en la pista alemana representaron la primera ocasión en la que un fabricante de vehículos japonés realizaba una evaluación en profundidad fuera de su país. Tras meses de ajustes en el chasis y la suspensión, la rigidez del coche había aumentado un 50·% en comparación con las primeras pruebas realizadas en Suzuka. En este sentido, el circuito de Nürburgring influyó de manera clave en el rendimiento dinámico del Honda NSX.

Allí se desarrolló la última evolución del Civic Type-R.

Hoy en día, en el centro de Honda en Nürburgring se llevan a cabo numerosos programas de pruebas. Además del NSX de primera generación, también se desarrollaron allí la segunda generación del modelo, el deportivo biplaza S2000 y numerosas versiones de modelos Type R. Honda también ha utilizado la pista para pruebas de evaluación de su marca de lujo en América, Acura.

Además, Honda se beneficia de Nürburgring más allá de las fronteras alemanas. Su extenso circuito de pruebas Takasu en Hokkaido, Japón, ha replicado muchos de los tramos del Nordschleife y su entorno, lo cual le permite seguir perfeccionando la conducción y características de sus automóviles.

Honda obtuvo el primer récord de un compacto de tracción delantera en el circuito de Nurburgring con el Type R FK2, después de que una versión en desarrollo lograra un tiempo de vuelta de 7 minutos y 50,63 segundos. El titular actual del récord, el FK8 Type R, mejoró esa marca en casi 7 segundos.