Deportivo sin concesiones

Este concepto anticipa el futuro deportivo de la nueva generación del Mini. Despojado y potente.

El Mini John Cooper Works GP Concept es un deportivo pensado para disfrutar en pista.

BMW Group presentó la esencia de la deportividad moderna con el Mini John Cooper Works GP Concept. Inspirado en los triunfos legendarios de este fabricante de vehículos en el Rally de Montecarlo hace exactamente 50 años, este prototipo materializa el dinamismo concentrado y la diversión de conducir definitiva, tanto en el circuito como en la carretera. Este prototipo toma el relevo del John Cooper Works GP de 2012 y del Cooper S de 2006 con Kit GP de John Cooper Works. Producidos en cantidades estrictamente limitadas (2.000 unidades cada uno), estos dos modelos exploraban los límites del rendimiento en aquella época.

“El John Cooper Works GP Concept se basa en la sensación de conducción sin restricciones y en las elevadas prestaciones que encontramos en el deporte del motor”, afirma Peter Schwarzenbauer, miembro del Consejo de Administración de BMW AG, responsable de Mini, Rolls-Royce y BMW Motorrad. “Esto es diversión de conducir en estado puro.”

El diseño del John Cooper Works GP Concept se centra en la emoción y la pureza. Notablemente más ancho que el Mini actual, este prototipo irradia dinamismo y potencia. Los grandes faldones delantero y trasero, los faldones laterales y un prominente alerón en el techo le confieren un aspecto de seguridad en sí mismo. El uso de materiales ligeros, como la fibra de carbono, optimiza la relación potencia/peso del vehículo. Y su equilibrada distribución del peso te asegura la sensación de kart característica de Mini.

Toma como base la nueva generación del Mini para ofrecer una propuesta extrema.

 

“Si conoce Mini, sabrá la larga y exitosa historia de la marca en el deporte del motor”, dijo Adrian van Hooydonk, vicepresidente senior de Diseño de BMW Group. “El John Cooper Works GP Concept aúna todas las características que definen el diseño y la muestra del modo más emocionante y deportivo. Lo que buscamos es el máximo rendimiento: un Mini en toda regla.”

Grandes entradas de aire y deflectores de aire modelados con precisión dominan el frontal. Los elementos de diseño nítidos añadidos enmarcan la silueta suave y destacan el enfoque en la competición del John Cooper Works GP Concept al ser visto de frente. El espacio entre la carrocería principal del frontal y los deflectores de aire refuerza aún más el aspecto del vehículo. Los contrastes de color habituales en los modelos John Cooper Works vienen en forma de un acabado de pintura exterior en Black Jack Anthracite, que brilla entre el gris y el negro, y el color de realce Curbside Red metalizado (una tonalidad de rojo mate). El Curbside Red metalizado aporta una interpretación fresca del clásico rojo de John Cooper Works y acentúa visualmente la geometría optimizada de los componentes y las piezas añadidas.

En el centro del frontal, los rasgos de diseño icónico, como los faros elípticos y la rejilla del radiador hexagonal, agudizan la identidad del vehículo y su carácter reconocible. Al mismo tiempo, elementos como el característico capó con una toma de aire prominente, la rejilla del radiador hexagonal en forma de panal y las entradas de aire en el faldón delantero resaltan el aspecto deportivo del vehículo. Otros detalles de color en Highspeed Orange aumentan el impacto visual de los faros y la entrada de aire.

La parte más baja del gran faldón delantero está muy cerca de la carretera, con lo que parece que el frontal se hunda hacia el asfalto, mientras el ancho de vía del vehículo y los voluminosos pasos de rueda prometen un manejo de alto nivel y grandes velocidades en las curvas. Otro aspecto técnico destacado es la construcción íntegramente de fibra de carbono del faldón delantero, lo que reduce el peso del vehículo. El efecto mate del carbono es ahora visible y se presenta con un acabado de pintura de brillo intenso con el diseño hexagonal en rojo.

El interior del John Cooper Works GP Concept está reducido a los elementos fundamentales: a la jaula de seguridad se unen poco más que un par de asientos envolventes montados en posición baja con cinturones de seguridad de cinco puntos y un cuadro de instrumentos de diseño limpio. El cambio de marchas se realiza con las levas del volante.

Todos los elementos del interior están centrados directamente en el conductor. El concepto de control y visualización, con cuadro de instrumentos digital y Head-Up Display, ubica la información relevante para la situación directamente en el campo visual del conductor, lo que permite centrarse por completo en la carretera. Por lo demás, la interacción entre el conductor y el coche es digital, con ajuste táctil de las características de la suspensión en el cuadro de instrumentos central habitual de Mini. Tal como requiere la digitalización, la pantalla es ahora de formato grande. La tarea de ofrecer un punto de unión entre el mundo digital y el analógico se deja a cargo del gran botón de parada de emergencia y de los tradicionales botones conmutadores con botón de arranque/parada.

Los asientos traseros, el guarnecido interior del techo y los paneles de las puertas convencionales brillan por su ausencia, sacrificados para minimizar el peso. En vez de esto, las superficies entre los elementos de la jaula de seguridad y el compartimento trasero están tapizados con paneles ligeros con detalles texturizados y patrón hexagonal. Esto crea un efecto de transición entre la parte trasera sin adornos y la parte frontal del habitáculo, con un diseño más elaborado.

Se eliminaron los elementos de confort para horrar peso.

Las puertas se abren con tiradores encastrados hechos con correa textil, lo que permite al conductor y al acompañante salir a través de la jaula de seguridad al estilo de los coches de carreras.

El interior combina sus formas deportivas austeras con elementos llamativos y atrevidos detalles de color. El resultado es una confrontación entre la estética menos habitual de la carrocería de los coches de carreras y la exclusividad de los vehículos de producción. En contraste con el espacio básico en blanco, el suave cuero negro de los reposacabezas y de los refuerzos ofrece un contraste elegante con el textil en blanco y negro de la sección central de los asientos. Una nueva técnica de tejido en 3D aporta un tacto moderno y con clase, mientras los detalles en rojo son toda una declaración visual. La jaula de seguridad de aluminio brillante también destaca claramente respecto a las partes impresas en 3D de color negro en las puertas y el cuadro de instrumentos, y una moldura ligeramente estructurada con gráficos hexagonales refuerza el aspecto deportivo y moderno. El Curbside Red metalizado añade un toque de color a algunos componentes funcionales, mientras el tono Highspeed Orange en detalles como la correa del cinturón de seguridad, las inscripciones y las costuras del volante y los asientos actúa como un segundo color de realce que complementa al rojo. Con las técnicas de impresión y de tejido en 3D, MINI aporta detalles tecnológicos al interior de este prototipo que permiten la producción sin herramientas y una personalización fácil en el futuro.

El carácter del John Cooper Works GP Concept está definido por su legado deportivo, que se remonta a más de cinco décadas. De hecho, el legendario diseñador de vehículos deportivos John Cooper transformó el Mini clásico en sinónimo de diversión al volante en la carretera y en un excelente competidor en circuitos de carreras y rallies. Su trayectoria en el deporte del motor empezó exactamente hace 50 años y alcanzó su apogeo con tres victorias totales en el Rally de Montecarlo. En la actualidad, el nombre de John Cooper Works es sinónimo de productos y modelos cuya calidad está arraigada en la experiencia en el mundo de la competición y se asocia a la marca británica de vehículos pequeños premium desde hace todos esos años. El resultado: la experiencia deportiva se traslada con su distintivo rugido a la vida diaria.

Un Mini para presentar batalla en circuito.