El Óvalo accesible

En la Argentina se conoce como Fiesta Kinetic Design a la séptima generación del auto chico (segmento B) de Ford. Cuando se presentó mundialmente en 2008, se convirtió en el primer modelo global del llamado Plan One Ford: aquél que se propuso ofrecer el mismo auto, en todos los mercados del planeta.

El Fiesta KD llegó a la Argentina en noviembre de 2010. Ese mismo año probamos la versión Hatchback Titanium. Y en enero de 2014 manejamos el Sedán Titanium Powershift.

Ahora, todos esos Fiesta KD llegaban procedentes de México. Pero, desde marzo del año pasado, las versiones Hatchback S, S Plus y SE empezaron a venir importadas de Brasil.

Esto benefició a Ford Argentina de dos maneras: diversificó los centros de abastecimiento para solucionar los problemas de falta de stock de uno de los autos que más vende en el país (en 2014 casi le quita el trono a la best-seller EcoSport) y amplió su gama con versiones más accesibles.

Así, mientras se agotan las últimas unidades del discontinuado Ka, el Fiesta KD brasileño es el Ford más barato que se vende en la Argentina. Será así hasta la llegada de la nueva generación del Ka, que todavía no tiene fecha de arribo a nuestro mercado.

Lubri-Press manejó durante una semana el más económico de los Fiesta KD Mercosur. Y la crítica completa se reproduce a continuación.

 

POR FUERA

El Fiesta KD siempre se jactó de ofrecer uno de los diseños más modernos del segmento B generalista, sobre todo a partir del restyling de agosto de 2013 (cuando sumó la parrilla estilo Aston Martin).

Pero ni siquiera ese detalle tan british alcanza para camuflar la verdad que esta versión S grita a los cuatro vientos: “¡Soy base!”

La parrilla de plástico negro (en lugar de cromada), la ausencia de antinieblas delanteros (o luces de leds), los espejos retrovisores sin intermitentes y el portón trasero sin filete cromado son rasgos indisimulables de su condición humilde.

El Fiesta KD S es el Ford más barato que se vende hoy en Argentina.

El Fiesta KD S es el Ford más barato que se vende hoy en Argentina.

En eso ayuda el menor peso y el rodado más chico.

En eso ayuda el menor peso y el rodado más chico.

La parrilla tipo “Aston Martin” no logra ocultar su estética base.

La parrilla tipo “Aston Martin” no logra ocultar su estética base.

La versión S es la única que viene con llantas de chapa de 15 pulgadas y tazas de plástico (la S Plus tiene la misma medida, pero ya en aleación). Calza neumáticos Goodyear Eagle Excellence 195/55R15.

Y después está el tema de la antena de radio. Se encuentra sobre la parte delantera del techo. Es un detalle anecdótico, pero –para los nerds de los autos como nosotros- resulta la manera más sencilla de distinguir en la calle a un Fiesta brasileño de otro mexicano. Sólo los aztecas tienen la antena sobre la parte trasera del techo, casi sobre la luneta.

Con respecto a las medidas, el brasileño es 87 milímetros más corto (3.969 mm), pero se mantienen todos los otros valores.Incluso los ingenieros brasileños resistieron la tan conocida tentación de aumentar de manera exagerada el despeje del suelo.

 

POR DENTRO

Primero, las malas noticias: el Fiesta KD Hatchback sigue siendo un auto cómodo para los que viajan adelante, pero muy limitado en el espacio para las piernas de los que van detrás. La habitabilidad trasera mínima sería comprensible si se tratara de un auto de tres puertas, pero las cinco pueden llevar a pensar que se trata de un vehículo espacioso. Y no lo es.

Segundo, más malas noticias: la baja en la calidad de materiales con respecto al Fiesta KD mexicano es notable. Las terminaciones brasileñas son incluso más pobres que aquellas que se pueden encontrar en las versiones más básicas de la EcoSport. Los detalles pobres se aprecian en los revestimientos internos de las puertas, en el volante, en los picaportes y en los levantavidrios traseros.

Tercero, otra mala noticia: el equipo de audio es muy completo y de fácil manejo (tiene USB y Bluetooth), pero el display digital está en un ángulo tan horizontal que resulta imposible de leer durante gran parte del día, a causa de los reflejos del sol.

Buena posición de manejo. Espacio limitado en las plazas traseras.

Buena posición de manejo. Espacio limitado en las plazas traseras.

La merma en la calidad de materiales se aprecia en la goma que reviste el volante.

La merma en la calidad de materiales se aprecia en la goma que reviste el volante.

Tablero completo, con el indicador de temperatura del motor que sumó en 2013.

Tablero completo, con el indicador de temperatura del motor que sumó en 2013.

También es floja la calidad en los paneles internos de las puertas.

También es floja la calidad en los paneles internos de las puertas.

El baúl tiene 281 litros, bien aprovechables.

El baúl tiene 281 litros, bien aprovechables.

Ahora, por fin, las buenas noticias. El tapizado es en tela, por supuesto, pero la posición de manejo es muy buena, sobre todo porque la butaca del conductor tiene seis direcciones de ajuste y el volante se regula en altura y profundidad.

Otra buena: el baúl tiene 281 litros de capacidad. Pueden parecer pocos, pero son unos centímetros cúbicos muy aprovechables.

 

SEGURIDAD

Acá siguen las bajas notas. El Fiesta KD S cumple con la normativa vigente al ofrecer doble airbag frontal y frenos ABS (con repartidor de frenado, bien ahí). Pero suena a poco, sobre todo si recordamos que el Fiesta KD Titanium mexicano revolucionó el mercado al ofrecer ya en 2010 siete airbags, control de estabilidad y control de tracción.

En defensa del S, hay que decir que conserva los anclajes Isofix. Pero perdió el tercer apoyacabezas y la alarma de olvido de cinturón de seguridad.

En junio de 2012, LatinNCAP sometió a una prueba de choque a un Fiesta KD con dos airbags. Obtuvo una buena calificación de cuatro estrellas, tanto en protección de adultos como de niños. Pero se trataba de un Fiesta fabricado en México.

El Fiesta se produce en Sao Bernardo do Campo y comparte plataforma y elementos estructurales con la EcoSport fabricada en Camaçari, que también logró muy buenos resultados en LatinNCAP (cinco estrellas para adultos, tres para niños).

Todo indica que el Fiesta debería tener iguales niveles de protección ante impactos, pero no estaría de más una prueba del organismo de la FIA sobre el Fiesta brasileño. Para despejar todo tipo de dudas.

 

MOTOR y TRANSMISIÓN

Acá no hay novedades. Y es una buena noticia. Sea full o base, mexicano o brasileño, todos los Fiesta KD llegan a la Argentina con la misma motorización (que de paso también usa el Focus III): Sigma II 1.6 16v de distribución variable, con 120 cv a 6.000 rpm y 152 Nm de torque a 4.200 rpm.

Tiene 120 cv, como todos los Fiesta KD, pero en el S parecen estar en mucho mejor estado.

Tiene 120 cv, como todos los Fiesta KD, pero en el S parecen estar en mucho mejor estado.

La caja automática Powershift está reservada sólo a las versiones tope de gama. El Fiesta S viene con transmisión manual, de cinco velocidades.

 

COMPORTAMIENTO

Este es el rubro donde más sobresale el Fiesta S. La plataforma en común con la EcoSport hablan de un auto robusto y con un tren delantero pensado para los avatares de las calles del Mercosur. Hay autos del mismo segmento con un mayor despeje y que negocian mejor los badenes y lomos de burro, pero el Fiesta KD compensa eso con una estabilidad superior en ruta, que se traduce en una gran sensación de seguridad.

La dirección electrónica sigue sin ser la más directa y precisa, pero no presenta riesgos y se agradece mucho en el tránsito urbano. La insonorización es excelente para un auto de su nivel, gracias al uso de doble burletes y aislantes especiales.

Pero lo que más sorprende es la mecánica. Tal vez sea porque esta versión pesa casi 90 kilos menos que la Titanium -o porque el menor rodado altera la ecuación de las relaciones de caja-, lo cierto es que en ningún otro Ford se siente tan vivaz este motor Sigma. La respuesta en baja es muy buena y hasta permite recortar un poquito el tiempo de aceleración: pasa de 0 a 100 km/h en 9,9 segundos (10,1 en el Titanium manual). La velocidad máxima, en cambio, bajó de 189 a 182 km/h.

Calidad brasileña en los materiales. Pero sorprende por su comportamiento dinámico.

Calidad brasileña en los materiales. Pero sorprende por su comportamiento dinámico.

Los consumos siguen siendo muy buenos, con una media de 6,1 litros cada 100 kilómetros. Los Fiesta brasileños ganan también un poquito en autonomía, al tener un tanque de combustible que pasó de 47 a 51 litros.

El manejo de la caja es correcto y los frenos también están a la altura del conjunto. Puestos a pedir, no podemos evitar fantasear con una caja de sexta. Ayudaría a viajar a un menor régimen en ruta, ya que a 120 km/h el motor trabaja a 3.200 rpm en quinta. Pero eso encarecería los costos y no olvidemos que estamos hablando de un auto “económico”.

 

CONCLUSIÓN

El Fiesta KD brasileño es como esas chicas que convencen recién en la tercera cita. Es un auto que se aprecia en tres etapas.

Me explico.

Lo primero que hacés es verlo por fuera. El Fiesta KD S se ve moderno y armónico, pero con todos los rasgos “base” que deja en claro a tus vecinos que sólo te alcanzó para comprar la versión más económica.

Lo segundo que hacés es sentarte en su interior. Y ahí descubrís que ya no sólo es pequeño en las plazas traseras: también la calidad de terminación es bastante más pobre que en sus hermanos mexicanos.

FIESTAKD1

Y lo tercero que hacés es manejarlo. Ahí te convencés de que es un auto chico y sencillo, pero con uno de los comportamientos más dignos de su segmento. Consume poco, es ágil, silencioso, seguro y se lo siente bien robusto. ¿Qué más pedir?

Tal vez un precio más económico, por ejemplo. Aunque estamos en Argentina 2015.

Los 175.600 pesos parecen elevados, pero están incluso por debajo de lo que ofrece la versión base de su rival más directo: el Peugeot 208, que arranca 176.200 con el motor 1.5 de sólo 90cv. El Citroën C3 con el mismo motor también cuesta 176 mil.

Y el motor, por respuesta y consumo, es uno de los grandes valores de este Fiesta base.

Carlos Cristófalo

Producción fotográfica: Lola Tyrrell

 

FICHA TECNICA

Modelo probado: Ford Fiesta Kinetic Design S Hatchback

Origen: Brasil

Precio: 175.600 pesos (versiones hasta 242.700 pesos)

Garantía: Tres años o 100 mil kilómetros.

Comercializa: Ford Argentina (www.ford.com.ar)

MOTOR

Tipo: naftero, delantero transversal, cuatro cilindros en línea, 16 válvulas, distribución variable inyección electrónica multipunto.

Cilindrada: 1.596 cc

Potencia: 120 cv a 6.000 rpm

Torque: 152 Nm a 5.000 rpm

TRANSMISIÓN

Tipo: tracción delantera.

Caja: manual, de cinco velocidades.

CHASIS

Suspensión delantera: independiente, tipo McPherson con resorte helicoidal y barra estabilizadora.

Suspensión trasera: semi-independiente, con eje transversal de torsión y resorte helicoidal.

Frenos delanteros: discos ventilados

Frenos traseros: tambor

Dirección: de cremallera, con asistencia eléctrica.

Neumáticos: Goodyear Eagle Excellence 195/55R15

PRESTACIONES

Velocidad máxima: 182 km/h

Aceleración de 0 a 100 km/h: 9,9 segundos

Consumo urbano: 8,0 l/100km

Consumo extraurbano: 4,8 l/100km

Consumo medio: 6,1 l/100km

MEDICIONES

Largo / ancho / alto: 3.969 mm / 1.722 mm / 1.464 mm

Distancia entre ejes: 2.489 mm

Peso en orden de marcha: 1.070 kg

Capacidad de baúl: 281 litros

Capacidad de combustible: 51 litros

EQUIPAMIENTO

Dos airbags frontales para conductor y acompañante

Frenos ABS con EBD

Dirección asistida eléctrica (EPAS)

Llantas de acero de 15“ con tazas de plástico

Aire acondicionado manual

Apertura y cierre de puertas y baúl con comando a distancia

Levantavidrios eléctricos delanteros con sistema “One touch”

Sistema de anclaje Isofix para sillas infantiles

Sistema de audio con 4 parlantes (incluye tweeters), radio AM/FM, USB, Plug In y Bluetooth

Alarma antirrobo