En la pista de los vencedores

Donde quiera que se celebren carreras de vehículos en el mundo, Mahle también está a bordo… y casi siempre a bordo del vencedor. Por ejemplo, Le Mans. La mayoría de las victorias desde los años 70 se alcanzaron en las legendarias 24 horas con pistones Mahle, en los últimos 20 años consecutivamente.

Cada categoría representa para los ingenieros un desafío especial. Sin embargo, tanto si se trata de la Fórmula 1 o de rally, el componente mecánico más importante con diferencia es y seguirá siendo el pistón. Lo específico de un motor diésel de carreras para Le Mans es el ángulo extremo del banco de cilindros de 120 grados, que provoca elevadas cargas en los pistones y el cárter. Con el recubrimiento Nikasil, Mahle ha desarrollado en este sentido una solución resistente para los cárteres de cilindros.

Aunque en Le Mans ya se usan pistones de acero, en la Fórmula 1 de momento solo se están ensayando. Aun así, de una temporada a otra aparecen en el reglamento novedades tecnológicas que también afectan a Mahle. El desafío más reciente para los desarrolladores fue el cambio de los motores V8 de 2,4 litros a motores turbo V6 de 1,6 litros. Aunque estos son claramente más pequeños, desde un punto de vista específico aportan más potencia y por tanto más capacidad de carga para los pistones. Por esta razón, Mahle Motorsport ha impulsado intensamente el desarrollo de los materiales con aleaciones de aluminio optimizadas, también en forma de polvo metalúrgico, y nuevos recubrimientos de la cabeza del pistón, así como de los flancos de la ranura del segmento. En el diseño de los pistones también se debe tener en cuenta el cambio al sistema de recuperación de energía (ERS), ya que el elevado par motor externo que transmite el motor eléctrico al motor a través del árbol de levas ejerce tensiones adicionales.

MAHLE1

Ferrari y Mahle tienen una histórica alianza estratégica y técnica en la Fórmula 1.

Ferrari y Mahle tienen una histórica alianza estratégica y técnica en la Fórmula 1.

Puesto que en la Fórmula 1 ya solo se permiten cinco en vez de ocho motores por temporada y piloto, es obvio que se producirá una carga adicional general para todos los componentes.

Pero, por muy fascinante y popular que sea la categoría reina, los ingenieros de Mahle también deben afanarse para otras carreras. Esto resulta evidente en las carreras de camiones, en las que intervienen máquinas con una potencia de 846 kW (1150 CV), que alcanzan una velocidad limitada electrónicamente de 160 km/h con un par motor de más de 5500 Nm, aunque en estas carreras de camiones también son posibles velocidades de más de 200 km/h.

Otro ejemplo: la FIA World Rallye Championship, que plantea unas exigencias totalmente diferentes para vehículos y motores, ya que la alternancia permanente entre pistas de nieve, de asfalto y sin pavimentar hace que los componentes deban estar concebidos tanto para desplazamientos largos bajo carga baja como para plena carga constante.

Mahle también participa activamente en algunas otras series de carreras internacionales: por ejemplo en las de la Nascar estadounidense o en el Campeonato Alemán de Turismos (DTM),

donde Mahle, en calidad de socio oficial de BMW Motorsports, tutela la transición exigida del motor V8 a los futuros motores de cuatro cilindros.

Mahle también se mueve con éxito sobre dos ruedas. Por ejemplo, en MotoGP, la máxima categoría en las carreras de motocicletas, los componentes deben soportar hasta 18 000 revoluciones por minuto. A ello contribuye el nanorrevestimiento especial en la falda del pistón.

En todos los casos se trata de condiciones extremas, pero que a menudo también suponen un impulso para los nuevos desarrollos de la producción en serie. Al fin y al cabo, lo que ha demostrado su eficacia en las carreras también hará un buen servicio en la conducción del día a día…