Expropiación de YPF, Cómo queda el mercado?

La expropiación del 51% de la petrolera YPF, que comenzó a concretar el mes pasado, traerá aparejado que el Estado nacional volverá a competir en el segmento de la venta de combustibles y lubricantes.

El Gobierno no sólo sumará pozos petroleros y refinerías, sino que también tendrá un red de alrededor de 190 bocas de expendio repartidas por todo el país.

De esta manera, no sólo será líder en el mercado de naftas/lubricantes (hasta hoy Repsol-YPF vendió en el primer bimestre el 52,9%; Shell el 19,5%; Esso el 14,3%; y Petrobras, el 6,5%); sino que tendrá la red de venta más extensa de todas.

En 1994, YPF creó la compañía Operadora de Estaciones S.A. (OPESSA), subsidiaria que gestiona las 190 bocas de expendio de combustible y aceites que son fácilmente reconocibles porque tienen el banderín de Servi Club.

Cuando se apruebe en el Congreso el cambio en la titularidad del 51% del paquete accionario de Repsol al Estado nacional, también significará que tomará el control sobre estas estaciones generando un movimiento de liquidez mensual proveniente de la venta de combustibles, lubricantes, servicios anexos (restaurantes Am Pm, lavaderos, venta de lubricantes y hasta parrillas en la ruta).

La red de estaciones de servicio de YPF es la más grande y la que más vende en la Argentina.

Aunque es complejo calcular el movimiento de dinero, ya que no todas las estaciones venden los mismos productos ni las mismas cantidades, fuentes del sector privado consultadas por el diario El Cronista estimaron que el número de facturación de la red de Opessa rondaría los $ 700 millones mensuales.

Anualizado y a los precios actuales del combustible, el gobierno nacional estaría facturando alrededor de $ 8.400 millones al año, sólo con la venta de nafta, gasoil y lubricantes en sus estaciones propias. También hay que aclarar que de esa facturación al Estado le corresponderá el 51%.

De todos modos, la cifra de facturación total significa algo más de mil millones de pesos que el Gobierno devengó hasta el 31 de marzo de este año en concepto de subsidios al sector energético. De hecho, con un incremento de 10% con respecto a 2011, fueron 7.445,8 millones para Cammesa, Enarsa, organismos provinciales, Yacyretá, Nucleoeléctrica, Fondo Fiduciario para el Transporte Eléctrico Federal, Yacimientos Carboníferos de Río Turbio.

Por otra parte, si quisieran destinar la totalidad de la facturación podría, por ejemplo, cancelar la deuda de $ 8.000 millones que reclama el gobernador de Santa Fe, Antonio Bonfatti, a la Nación.

También podría significar la totalidad de los desembolsos del Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios en Urbanización de Villas y Asentamientos Precarios. Según el último trabajo de la Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Financiera Pública (Asap), la cartera que comanda el ministro Julio De Vido lleva devengado $ 89,2 millones entre enero y marzo.

Producción en caída

El año pasado se extrajeron 33,2 millones de metros cúbicos de petróleo crudo, casi un 25% menos que los 43,8 millones extraídos en 2002. Con una economía mucho más grande, la producción de 2011 fue igual a la de 1992 (19 años atrás) de acuerdo a la información del INDEC.

La línea de producción marca dos momentos: un crecimiento hasta 1998 y retroceso permanente a partir de ese año, en forma ininterrumpida, con las mayores caídas en 2005 y 2011.

Con un crecimiento moderado, la producción petrolera debería ser hoy el doble de la registrada en 2011. Y, en lugar de depender del abastecimiento externo, la Argentina podría ser un exportador de primera línea, aprovechando además los bajos costos de producción y los altos precios internacionales.

En refinación petrolera, el año pasado repitió los números de 1998, aunque la demanda es hoy muy superior solamente con considerar el mayor parque automotor. Desde entonces, con oscilaciones hacia arriba y abajo, se mantuvo en torno de los 34 millones de m3, con un pico de 37 millones en 2007.

La producción de fuel oil se desplomó en los últimos 4 años de 4,7 millones de toneladas a 2,1 millones, anulando el crecimiento anterior. La producción de 2011 de fuel oil fue similar a la de 1995.

En materia de gasoil desde 1998 se mantiene en torno de los 12 millones de metros cúbicos, un millón menos que lo obtenido en 2007. En todos los demás derivados del petróleo los guarismos negativos se repiten.

Así las cosas, del autoabastecimiento petrolero pasó a depender cada vez más de la importación. Y esto se refleja en la balanza comercial energética cada vez más negativa.

El año pasado, la importación de Combustibles y Lubricantes sumó US$ 9.397 millones, un 110% más que en 2010, mientras siguieron cayendo las exportaciones.