Las exigencias de las pick-ups

Vehículo de trabajo y pasajeros. El transporte que más crece en ventas en la Argentina tiene requerimientos específicos a la hora de la lubricación.

Las pickups no son una excepción en la evolución de los vehículos.

La camioneta o pickup es el vehículo preferido por la industria agrícola, minera y petrolera entre otras, debido a su excelente capacidad de carga, alto torque, potencia, y la posibilidad de atravesar terrenos complicados. Además, debido al aumento en confort de los últimos años, cada vez es más elegida para el uso urbano y recreativo.

Al igual que en los vehículos livianos, el concepto de downsizing aplica para las pickups, e implica que los motores tienden a ser más pequeños (menor cilindrada) y de mayores potencias. En la mayoría de los modelos y versiones, la motorización es diesel. Las nuevas tecnologías incorporadas incluyen la inyección electrónica common rail, turbocompresores, recirculación de gases de escape (EGR), apertura variable de válvulas, sistemas start-stop, filtros de partículas, y catalizadores para cumplir con normas Euro V. Todas estas nuevas incorporaciones en motores diesel, aumentan de una forma u otra las exigencias sobre el aceite, requiriendo ya una lubricación con productos sintéticos de alta tecnología. Detallaremos algunas cuestiones importantes de los aceites para esta aplicación.

Viscosidad

Actualmente los fabricantes de pickups requieren viscosidades SAE 5W-30, a diferencia del SAE 15W-40 pedido por antiguas motorizaciones. Shell cuenta con una variedad productos 5W-30 y en particular con un producto 0W-30, Helix Ultra ECT C2/C3 0W-30. Este aceite comparte la viscosidad a alta temperatura SAE 30, y al tener una menor viscosidad W (0W vs. 5W), aporta mejor fluidez en frío, lo cual se traduce en arranques más suaves, lubricación más rápida y ahorro de combustible.

Resistencia a la oxidación

La temperatura es uno de los principales factores que acelera la oxidación del aceite, y justamente las mayores temperaturas de operación que vemos en nuevos motores impulsan el uso de aceite sintéticos, debido a su mayor estabilidad ante este fenómeno. Los turbocompresores también aumentan la carga oxidativa del aceite, y a su vez el aceite debe proteger al turbo evitando depósitos carbonosos en su eje. La recirculación de gases de escape (EGR), al reincorporar gases de escape (previamente enfriados) en cámara de combustión, baja la formación de NOx contaminantes, pero se aumenta la carga sobre el aceite tanto en oxidación como nitración.

DPF (Filtro Diesel de Partículas)

Algunas nuevas motorizaciones, que cumplen normas medioambientales Euro V, incluyen en el escape el denominado Filtro Diesel de Partículas o DPF. Este dispositivo reduce las emisiones de material particulado que se proyectan hacia la atmósfera. Los DPFs son sensibles a ciertos combustibles y lubricantes, cuya combustión puede envenenar y/o tapar estos dispositivos. Por esto se requiere el uso de combustible de bajo azufre y lubricantes bajos en cenizas o low-saps. Estos lubricantes se formulan especialmente para evitar problemas en los DPF. Algunas normas de referencia para dichos aceites son ACEA C2 y ACEA C3.

Desgaste

Es importante aclarar que todas las mejoras, ya sea en reducción de emisiones o aumento de rendimiento, no deben comprometer la duración de los motores. En este sentido los aceites deben tener excelentes aditivos antidesgaste, especialmente si tenemos en cuenta que las viscosidades tienden a bajar, y por lo tanto bajan también los espesores de película lubricante.

Los sistemas start-stop, si bien son más usuales en vehículos de pasajeros, son un ejemplo de lo mencionado para desgaste. Su función es apagar el motor mientras el auto está detenido, por ejemplo, al llegar a un semáforo en rojo, y volver a encenderlo al acelerar con luz verde. En vehículos convencionales sólo tenemos un arranque por viaje, pero en motores con este sistema, los ciclos de arranque y apagado aumentan considerablemente, especialmente en manejo urbano. Sabemos que los arranques son situaciones de alto desgaste, y por este motivo el lubricante debe poder lubricar rápidamente y con los aditivos necesarios.

Biodiesel

Uno de los grandes nuevos desafíos de los motores diesel es el aumento en los cortes de biodiesel en el combustible. Dentro de los puntos positivos, es importante su aporte en la reducción de CO2, y por esto se espera que su proporción aumente con los años. Por otro lado, su mayor viscosidad versus un combustible diesel convencional puede ayudar a evitar desgates en sistemas de inyección. Dentro de las precauciones necesarias, debe tenerse especial cuidado de evitar largos períodos de estacionamiento sin quemar el combustible, dado que la descomposición del biodiesel puede formar serios depósitos en los sistemas de combustible. Los efectos de altos cortes de biodiesel siguen aún bajo estudio, pero se sabe con seguridad que su resistencia a la oxidación es menor, con lo cual contribuye a la oxidación acelerada del aceite.

Hemos visto que las pickups no son una excepción en la evolución de los vehículos y que la lubricación de las mismas requiere cada vez aceites más robustos de formulación sintética.

Asesor Técnico – Shell Lubricantes