Lo que te gusta, me importa

Por Carla Colombo

FERCOL

“¡¿Ya son las cinco?!” El tiempo vuela, en especial cuando de trabajo se trata. A veces no nos alcanzan las horas para poder cumplir con todo lo que tenemos anotado en la agenda, y en la medida en que las agujas van avanzando nos desesperamos cada vez más. Hacé memoria: ¿cuántas veces miraste el reloj en el día de hoy?

Los meses del verano pueden ser de los más tranquilos para algunos; pero para aquellos que no toman sus vacaciones en estas fechas se trata de un período agobiante, cargado de trabajo, y con menos recursos humanos a disposición. Al contrario de lo que se suele pensar, marzo tiene sus encantos. La normalización de los hábitos y las rutinas laborales genera alivio en las personas. Sin contar el valor agregado de la vuelta al cole para quienes tienen hijos en edad escolar.

¡No te preocupes! Existe un modo de atravesar el calor sin derretirse en el intento. La clave está en la organización y la planificación. Lamentablemente, los malabares y el buen uso de la cintura no son recursos suficientes en ésta oportunidad; podes apelar a ellos, pero no en exceso o el cuerpo te va a pasar factura.

¿Cómo lograr que nuestro trabajo rinda el doble con menos esfuerzo? Sencillo, empezá por ordenar tus prioridades. Pensá cuáles son las tareas que necesariamente tenés que hacer en el día y asignales un rango de importancia. Una vez que hayas armado este esquema, solo queda comenzar a ejecutarlo. Así, vas a optimizar tu tiempo y los días van a dejar de ser agotadores.

Premisa Numero 1 (aunque parezca obvia, no lo es): Recordá siempre que el motor de todo negocio se concentra en un solo punto: los clientes. Más allá de los compromisos cotidianos, todas  las actividades deberían apuntar a un mismo objetivo: hacerle vivir al cliente una experiencia inolvidable. El cliente no elige un producto o un servicio solo por la ecuación costo-beneficio, sino por la vivencia que se le ofrece antes de la compra y durante su consumo. ¡Acordate! conocer al consumidor, saber cuáles son sus gustos y debilidades debe formar parte del listado de tareas de todo empleado, al menos hasta internalizar esa información. Que el comprador quiera volver es  responsabilidad de todos los que forman parte de una compañía o negocio.

Un saludo amable, una recepción cómoda y vistosa, respuestas efectivas y a tiempo, entregas acordes a lo pautado.… Cada área, cada empleado construye desde su rol un mejor servicio, una mejor imagen y una experiencia más placentera. Lo que puede parecerte un detalle es, en realidad, la pieza fundamental de cualquier trabajo. Toda venta y toda negociación se produce en el contexto de un vínculo, no minimices la importancia de pequeñas acciones como ofrecer un café o llamar por teléfono desinteresadamente, al fin y al cabo las relaciones sólidas se construyen a base de gestos de cariño.

Repasá tus prioridades, dedicale tiempo a fortalecer el vínculo con el cliente, busca ese punto de conexión que hace que la charla sea más amena y fluida, anticipate a sus necesidades. Si logras alcanzar este primer objetivo, vas a ver como el resto de las tareas se resuelven con mayor agilidad.

¿Querés saber si lo estás haciendo bien? Guíate por el asombro. Si lograste sorprender al cliente con alguna de todas las actividades que hoy realizaste, diste un paso adelante. ¡Felicitaciones!

 

* Fercol Lubricantes.