¿Quiere regalarle 20 hp adicionales a su auto?

Un motor limpio ofrece más potencia, sostienen los fabricantes de aditivos. ¿Pero aporta realmente algo? El establecimiento RSP-Motorsports de Ontario, Canadá, llevó al banco de ensayos al servicio de aditivos de aceite de Liqui Moly. Los resultados son sorprendentes: En un Porsche Cayenne GTS de 2009 la ganancia de potencia llegó hasta los 20 CV. Un aumento parecido lo registró también el par del motor. Y la generación de calor del motor se redujo en 25 °C como promedio. Otras pruebas con un Mercedes-Benz C320 3.2L V6 y con un Porsche 993 dieron resultados parecidos.

“En mis 43 años como profesional del automóvil, trabajando con coches europeos y exóticos de lujo, tanto en Europa como en Canadá, no he tropezado nunca con lubricantes que mejoren y restauren el motor y sus componentes en un nivel comparable al de los productos de Liqui Moly”, comentó Renato Fausch, presidente de RSP-Motorsports. Para la prueba se condujeron los vehículos sobre un dinamómetro, y su potencia se midió antes y después del servicio de aditivos del aceite.

¿Qué ha hecho exactamente RSP-Motorsport? En primer lugar han echado directamente al aceite de motor, antes del cambio del aceite, Liqui Moly Engine Flush. Las sustancias activas desprenden sedimentos, lodos y suciedad, que se drenan junto con el aceite. El aceite fresco llega a un motor limpio, y en él puede desarrollar su potencia máxima. En un segundo paso RSP efectuó el relleno con Liqui Moly Leichtlauf High Tech 5W-40, un aceite de motor totalmente sintético. Finalmente se incorporaron dos aditivos al aceite de motor. Por una parte Liqui Moly Motor Oil Saver, que regenera las juntas quebradizas, devolviéndoles su blandura y su flexibilidad. Esto impide las pérdidas de aceite en las juntas y las previene en el futuro. Por otra parte se echó al motor Liqui Moly Cera Tec. Éste es un aditivo de alta tecnología de protección frente a la abrasión, que protege al motor químicamente, mediante el llamado Friction Modifier, y también físicamente, mediante partículas mínimas de cerámica como lubricante sólido. Menos fricción significa menos pérdida de potencia en el motor y menos generación de calor.

Todas estas medidas combinadas provocaron un claro aumento de la potencia. El motor ya no se calienta tanto ni tan fácilmente, y está mejor protegido contra la abrasión.

La curva de potencia de una Porsche Cayenne GTS, antes y después de Liqui Moly.

La curva de potencia de una Porsche Cayenne GTS, antes y después de Liqui Moly.

La gama completa de aditivos para lubricantes de Liqui Moly.

La gama completa de aditivos para lubricantes de Liqui Moly.

¿Pero de dónde viene esta pérdida de potencia? Una causa es el aceite de motor inadecuado. Quien ahorra en este apartado no sólo derrocha caballos de vapor, sino que favorece el lodo de aceite y la abrasión. Otra causa son las secuelas perfectamente normales de la vida útil del motor. La entrada de combustible y los residuos de la combustión en el circuito del aceite generan sedimentos que frenan el motor. Este proceso es gradual e insidioso, y normalmente el conductor no es consciente de él. Tanto mayor es el efecto sorpresa después de la limpieza del motor. Aquí el conductor se da cuenta al momento de la diferencia. Para el taller, el servicio de aditivos del aceite Liqui Moly supone una herramienta excepcional de fidelizar a los clientes, que consigue un efecto claramente perceptible con poco gasto de material y de tiempo.

Los aditivos no son productos mágicos. No hacen milagros, pero son herramientas químicas eficaces que suponen una hábil alternativa a los trabajos mecánicos. Por ejemplo, sin ellos la limpieza del motor sería factible sólo con costes muy elevados. Liqui Moly tiene más de 50 años de experiencia en aditivos, y es una marca líder del mercado en su país de origen, Alemania.