Referente renovado

El Fiesta no es un auto más para Ford. Desde 1976, es el modelo que le abrió la puerta de la marca del Óvalo a millones de usuarios en todo el mundo. Y es, junto con el Focus, uno de los autos más vendidos del planeta.

Pero, a lo largo de la historia, cada mercado tuvo su propia versión del Fiesta. Hasta que, con el comienzo de esta década, la nueva generación se convirtió en el conejillo de Indias para la estrategia One Ford: ofrecer el mismo auto en todo el mundo.

El Fiesta Kinetic Design arribó a la Argentina en noviembre del 2010 y se convirtió en una pequeña revolución. Por primera vez, un auto chico (Segmento B) ofrecía calidad, tecnología y seguridad de segmentos superiores.

Y, cuando la competencia todavía estaba reaccionando, Ford Argentina lanzó a la venta en agosto pasado el restyling del Fiesta KD, con más tecnología, una gama de versiones más amplia y el agregado de una caja automática.

Lubri-Press probó durante una semana un Fiesta KD Powershift Titanium Sedán (165.291 pesos) y la crítica completa se reproduce a continuación.

 

Por fuera

Estamos entonces ante el restyling de la sexta generación del Fiesta. Y los cambios estéticos se notan con facilidad. La novedad más importante está en la trompa: adoptó la nueva imagen global de Ford –que debutó con el Fusion/Mondeo-, y que pronto adoptará también el Focus III. Este frente se caracteriza por un rasgo inconfundible: la parrilla tipo Aston Martin. No sería justo hablar de una copia, sino de un préstamo entre socios: Ford fue propietaria de Aston Martin entre los años 2000 y 2007, y aún conserva una pequeña participación accionaria en la compañía.

La parrilla se ve elegante aunque, también hay que decirlo, el Fiesta KD previo al restyling no se veía mal. Ni anticuado. Las aguas están divididas.

La parrilla Aston Martin hay que interpretarla como un “préstamo entre socios”.

La parrilla Aston Martin hay que interpretarla como un “préstamo entre socios”.

El rediseño afectó a la trompa, el capot, la cola y todas las ópticas.

El rediseño afectó a la trompa, el capot, la cola y todas las ópticas.

Por fin, el Fiesta KD ahora trae faros antiniebla delanteros y traseros.

Por fin, el Fiesta KD ahora trae faros antiniebla delanteros y traseros.

También son de nuevo diseño el capot, las ópticas, el portón trasero y la tapa del baúl. Recordemos que se ofrece con carrocería Hatchback (cinco puertas, desde 132 mil pesos) y Sedán (cuatro puertas, desde 122 mil pesos).

Un punto a favor es que, en el paragolpes delantero, desaparecieron las luces diurnas de leds, que fueron reemplazadas por los más útiles faros antiniebla. Están disponibles a partir del nivel de equipamiento SE Plus. También a partir de esa versión se ofrecen las señoriales llantas de aleación de 16 pulgadas, con neumáticos Pirelli P7 195/50.

 

Por dentro

El Fiesta KD llega a la Argentina importado de México. Y eso se nota en la calidad de su interior, que es de las mejores del segmento. Incluso se ubica al mismo nivel del nuevo Focus fabricado en Pacheco.

Ocurre que la planta de Cuautitlán Izcalli abastece también al mercado de Estados Unidos y las exigencias de calidad de ese país terminan beneficiando –por milagrosa carambola- al consumidor argentino. Habrá que ver qué ocurre si el Fiesta KD comienza a llegar de Brasil, como ya ocurre con la versión S que se ofrece sólo por Plan Óvalo.

En el interior, conserva algunos defectos del Fiesta KD original. Los tres más importantes son la falta de espacio para las piernas en las plazas traseras, la capacidad algo escasa del baúl (281 litros para el Hatch y 362 para el Sedán) y la rueda de auxilio de uso temporario. Es más delgada que las otras cuatro y, con ella colocada, no se puede circular a más de 80 km/h.

Pero también corrigió algunos defectos. Por ejemplo, el tablero incorporó un indicador de temperatura del motor. El Fiesta KD original fue uno de los primeros autos del segmento chico en eliminar esta información, que en parte fue causante del Affaire Nacho Bottinelli. Sería bueno que, ahora que Ford enmendó el error, las marcas que la imitaron también corrijan el rumbo.

El espacio para las piernas en las plazas traseras sigue siendo escaso.

El espacio para las piernas en las plazas traseras sigue siendo escaso.

La calidad del interior está entre las mejores de su segmento.

La calidad del interior está entre las mejores de su segmento.

El tablero está un poco rayado, sí. Pero lo importante es que ahora tiene indicador de temperatura del motor.

El tablero está un poco rayado, sí. Pero lo importante es que ahora tiene indicador de temperatura del motor.

En términos de tecnología, el Fiesta KD es un caso aparte. Esta versión Titanium tiene tanta, que apabulla.

Lleva un equipo de audio Sony con ocho parlantes y arranque sin llave por botón. También tiene apertura de puertas sin llave y climatizador.

Pero lo más sorprendente es el sistema Sync MyFord Touch. Es muy similar al de los Focus III más equipados y consiste en una pantalla táctil de 6,5 pulgadas, que concentra las funciones del audio, el Bluetooth, la cámara de retroceso, los comandos por voz y el navegador satelital. Este último tiene algunos gadgets más que simpáticos: con sólo decirle “tengo hambre”, el GPS te marcará en el acto la lista de los restaurantes más cercanos.

 

Seguridad

En este aspecto, hubo un importante retroceso. Para lograr versiones de entrada a gama más accesibles, los siete airbags, el control de estabilidad y el control de tracción ya no vienen de serie.

Las versiones S y S Plus se conforman con doble airbag frontal, frenos ABS (ambos exigidos por Ley) y anclajes Isofix. La versión SE Plus agrega control de estabilidad, control de tracción, asistencia electrónica de frenado, asistencia al arranque en pendiente y los mencionados antiniebla delanteros.

Y sólo las Titanium cuentan con los siete airbags (incluyendo laterales delanteros, de cortina y de rodillas para el conductor).

Es cierto que ningún otro auto de este segmento ofrece un equipamiento de seguridad tan completo. Pero el problema es que, cuando acostumbrás al consumidor a un nivel de excelencia muy elevado, cualquier retroceso será visto como una claudicación.

A modo de referencia, un Fiesta KD con sólo dos airbags fue sometido a las pruebas de choque de LatinNCAP y logró un buen resultado: cuatro estrellas en protección de adultos y niños.

 

Motor y transmisión

En el motor no hubo cambios. Sigue con el conocido Sigma 1.6 Ti-VCT (distribución variable) de 120 caballos de potencia y 152 Nm de torque. Es el mismo impulsor que, desde el año pasado, también traen las versiones más básicas del Focus III.

La gran novedad es la llegada de la caja automática. Se trata de una Powershift de doble embrague, de la misma familia de transmisiones que equipan al Focus y al Mondeo. Tiene seis velocidades, modo secuencial y se ofrece en los niveles de equipamiento SE Plus y Titanium.

La caja Powershift tiene el botón del mando secuencial un poco escondido. El sistema Sync MyFord Touch es completísimo.

La caja Powershift tiene el botón del mando secuencial un poco escondido. El sistema Sync MyFord Touch es completísimo.

También se mantiene la caja manual de cinco velocidades. Siempre con tracción delantera.

 

Comportamiento

Lo dicho: la caja Powershift es de la misma familia de las que equipan el Focus y el Mondeo. Pero no es exactamente igual. Así como la del Focus es un poco más lenta que la del Mondeo, la del Fiesta es un poco más lenta que la del Focus.

Tiene un desempeño similar al de una automática robotizada, pero el sistema de doble embrague ayuda a que el paso de un cambio a otro sea más suave y progresivo, sin sobresaltos ni tironeos. Si la comparamos con las otras cajas automáticas que se ofrecen en el Segmento B, la del Fiesta KD habría que ubicarla entre las mejores.

Cuenta con un modo Sport que realiza los cambios a un mayor régimen del motor y permite jugar con el botón del modo secuencial, que –como en el Focus y el Mondeo- está en una posición bastante extraña: en la cara izquierda del pomo de la palanca.

El uso en ciudad es muy cómodo y requiere una dosis extra de trabajo en ruta. Como ya se explicó en la crítica del anterior Fiesta KD, el Sigma 1.6 está pensado para lograr un bajo consumo, pero es algo remolón a bajas vueltas. En la versión manual esto se soluciona bajando cambios. Con la Powershift, hay que pasar al modo Sport si se quiere obtener una buena respuesta, por ejemplo, para adelantar camiones o tráfico más lento.

Se puede crucerear en ruta, a 120 km/h y en sexta velocidad, a un régimen de 3.000 rpm.

La suspensión, la dirección, la caja y la respuesta del motor están pensados para un auto más confortable y económico que deportivo o divertido.

La suspensión, la dirección, la caja y la respuesta del motor están pensados para un auto más confortable y económico que deportivo o divertido.

Con respecto a la versión manual, las prestaciones con esta Powershift empeoraron un poco. La velocidad máxima es de 187 km/h (189 con manual) y acelera de 0 a 100 km/h en 10,5 segundos (10,1, manual). El consumo medio fue de 6,3 l/100km (6,1, manual).

La puesta a punto de la suspensión es muy confortable. El andar se siente robusto, pero la carrocería inclina bastante en curvas. Es evidente que la comodidad fue una prioridad, incluso por encima del comportamiento dinámico.

Por lo demás, se extraña que con este restyling no se ofrezcan los frenos a disco traseros, aunque sea en las versiones tope de gama. Y la dirección de asistencia electrónica sigue siendo más confortable y liviana, antes que deportiva y sensible.

 

Conclusión

En la versión Powershift Titanium, y con un precio de 165 mil pesos, el nuevo Fiesta KD se posiciona una vez más como uno de los autos chicos más caros de nuestro mercado. Pero también es cierto que, a cambio de eso, ofrece un nivel de calidad, tecnología y seguridad al que no se acerca ninguno de sus rivales.

La versión Sedán no parece la más recomendable. A cambio de 35 centímetros más de largo no ofrece un mayor espacio en las plazas traseras ni hace gran diferencia con el baúl.

El Hatch resulta ideal para la gente que busca un auto chico muy bien equipado. O para familias pequeñas que no quieran un auto más grande.

En la opinión de Lubri-Press, la versión Hatchback es más recomendable que la Sedán.

En la opinión de Lubri-Press, la versión Hatchback es más recomendable que la Sedán.

A pesar de que las versiones de entrada a gama perdieron bastante equipamiento, sobre todo en seguridad, el Fiesta KD ya se ganó una buena fama en el mercado. Y Ford Argentina ya anunció que pronto sacará más provecho de ello, con una versión de entrada a gama más accesible.

Mientras espera la llegada del nuevo Ka, la marca del Óvalo está decidida a sacarle el jugo a eso de ser el referente del Segmento B.

Texto de Carlos Cristófalo

Producción fotográfica: Lola Tyrrell

 

FICHA TECNICA

Modelo probado: Ford Fiesta Kinetic Design Powershift Sedán Titanium

Origen: México

Precio: 165.291 pesos (versiones desde 122.640 pesos)

Garantía: Tres años o 100 mil kilómetros.

Comercializa: Ford Argentina (www.ford.com.ar)

MOTOR

Tipo: naftero, delantero transversal, cuatro cilindros en línea, 16 válvulas, distribución variable inyección electrónica multipunto.

Cilindrada: 1.596 cc

Potencia: 120 cv a 6.000 rpm

Torque: 152 Nm a 5.000 rpm

TRANSMISIÓN

Tipo: tracción delantera, con control electrónico.

Caja: automática, tipo Powershift de doble embrague, con modo secuencial y seis velocidades.

CHASIS

Suspensión delantera: independiente, tipo McPherson con resorte helicoidal y barra estabilizadora.

Suspensión trasera: semi-independiente, con eje transversal de torsión y resorte helicoidal.

Frenos delanteros: discos ventilados

Frenos traseros: tambor

Dirección: de cremallera, con asistencia eléctrica.

Neumáticos: Pirelli P7 195/50R16

PRESTACIONES

Velocidad máxima: 187 km/h

Aceleración de 0 a 100 km/h: 10,5 segundos

Consumo urbano: 8,5 l/100km

Consumo extraurbano: 5,0 l/100km

Consumo medio: 6,3 l/100km

MEDICIONES

Largo / ancho / alto: 4.407 mm / 1.722 mm / 1.476 mm

Distancia entre ejes: 2.489 mm

Peso en orden de marcha: 1.263 kg

Capacidad de baúl: 362 litros

Capacidad de combustible: 47 litros

EQUIPAMIENTO

Dirección asistida eléctrica (EPAS)

Dos airbags frontales para conductor y acompañante

Dos airbags laterales delanteros

Dos airbags de cortina

Frenos ABS con Distribución Electrónica de Frenado (EBD) y Asistencia Electrónica al Frenado de Emergencia (EBA)

Control de Estabilidad Electrónico (ESC) con Control de Tracción (TCS)

Asistencia al Arranque en Pendientes (HLA)

Faros antiniebla

Cierre automático de puertas a 20 km/h y cierre centralizado.

Sistema de anclaje ISOFIX para sillas de bebé

Espejos exteriores color carrocería con regulación eléctrica y luz de giro

Columna de dirección ajustable en altura y profundidad

Control por voz para dispositivos

Audio Sony con radio AM/FM con reproductor de CD/MP3, USB, Plug In y Bluetooth

Sistema de audio con 8 parlantes Hi-Fi (incluye tweeters)

Sistema de conectividad SYNC MyFord Touch con pantalla táctil LCD de 6.5″

Navegador satelital integrado

Sistema de apertura de puertas y arranque sin llave “Ford Power”

Cámara de estacionamiento trasera y sensores de estacionamiento traseros

Sensor crepuscular y sensor de lluvia

Climatizador automático

Sistema de ambientación con luces de LED

Control satelital de audio en volante

Levantacristales eléctricos delanteros y traseros con sistema “One touch”

Alarma antirrobo perimetral

Apertura de baúl con comando a distancia

Apertura y cierre de puertas y cristales con comando a distancia

Llantas de aleación de 16″

Control de velocidad crucero

Techo solar eléctrico

Palanca de cambios y volante forrados en cuero