Renault Kwid Iconic, tendencia low-cost

Es el auto más barato que Renault vende en nuestro país. Y el más vendido. Lubri-Press no recomienda su compra. ¿Pero cómo fue que Renault llegó a ofrecer este auto en la Argentina?

El Renault Kwid se lanzó a la venta en la Argentina hace un año. Manejamos durante una semana la versión Iconic, que hoy cuesta 456.700 pesos. La crítica completa se reproduce a continuación.

POR FUERA

Simpático, ¿no es cierto? Parece la caricatura de un auto de verdad. El Renault Kwid tiene todas las proporciones de una SUV, pero en escala menor. Es como esos autitos para armar que se venden en los kioscos. Sólo el Fiat Mobi es aún más chiquito que este Kwid.

Se posiciona en el Segmento A del mercado, que corresponde a los citycars. Pero Renault tuvo la idea de aplicarle al Kwid la estética de un auto “aventurero”. La fórmula es conocida desde hace décadas: mayor despeje del suelo (180 mm, unos 50 más que el promedio de sus competidores) y guardabarros con rebordes de plástico negro.

En 2019 llegará una versión especial, llamada Outsider, que hará aún más hincapié en esta estética. Es una fórmula que le resultó muy bien a Renault con el Sandero. La versión Stepway siempre vendió más unidades en la Argentina que la variante convencional.

El Kwid se fabrica en Brasil y llegó al mercado para reemplazar al Clio Mío que se fabricaba en la Argentina. No tiene ni un tornillo en común con ese modelo. El Kwid se desarrolló originalmente para el mercado de India y después llegó al Mercosur.

No es un auto global. Nació para los llamados “mercados emergentes”. No hay planes de vender el Kwid en Europa y en China recién ahora se empezó a hablar de comercializar una posible versión eléctrica.

El Kwid compite en nuestro mercado con otros citycars de marcas generalista. Los más vendidos son los brasileños Fiat Mobi (desde 435 mil pesos) y Volkswagen Up! (desde 453 mil pesos). Pero también se puede incluir a dos modelos chinos: Chery QQ (desde 431 mil pesos) y Geely LC (en proceso de ser discontinuado del mercado).

El Kwid Iconic que manejamos en Lubri-Press es la versión tope de gama. Por ejemplo, tiene parrilla frontal cromada. Además, viene con llantas de chapa de 14 pulgadas, como todos los otros Kwid, pero las tazas de plástico (que simulan una rueda de aleación) están pintadas de negro. Las ruedas llaman la atención por contar con sólo tres tuercas, frente a las cuatro que ofrecen sus rivales. Es una solución de bajo costo, que sólo un auto muy liviano permite aplicar: pesa sólo 796 kilos.

Más soluciones económicas: tiene un sólo limpiaparabrisas y sólo un sapito lavaparabrisas. El portón trasero no tiene botón de apertura eléctrica: hay que destrabarlo desde el interior.

Más allá de estos detalles low-cost, el defecto externo más mencionado por los usuarios que escribieron a Lubri-Press es insólito: la franja de decoración lateral no es pintura. Es un sticker de calidad pobre. Se despega y se descascara con el tiempo, sobre todo si la limpieza de la carrocería se realiza con hidrolavadoras de alta presión.

POR DENTRO

Esta versión Iconic viene de serie con butacas delanteras con apoyacabezas integrados y detalles blancos en la combinación de tapizado tela y cuero sintético. También tiene apliques blancos en los revestimientos internos de las puertas y el volante.

Pese a ello, el aspecto interior del Kwid es sencillo y low-cost. Es el reclamo más común de los usuarios que escribieron a Lubri-Press: la calidad de materiales no es buena, con rebordes de plástico mal terminados. Coincidimos.

El sistema MediaNav con pantalla táctil de siete pulgadas viene de serie desde la versión Intens. Tiene GPS, Bluetooth y cámara de retroceso (esta última, sólo en la versión Iconic).

La posición de manejo es elevada y los conductores más altos van a encontrarse con un problemita: el volante no se ajusta en altura ni en profundidad. La butaca tampoco varía de altura. Entonces, la parte superior del volante siempre te va a tapar una buena porción del tablero.

La información del instrumental es sencilla, con muchos datos de consumo, autonomía y hasta el software DrivingEco, que califica con puntaje tu “conducción económica”. Mucha info, en ese sentido. Pero no hay indicador de temperatura del motor.

En las plazas traseras hay mucho espacio para las cabezas, porque el techo es alto. El lugar para las piernas y el ancho de hombros está bastante más limitado. Caben dos adultos o tres niños.

El baúl tiene 290 litros de capacidad. Es correcto para un citycar. Son cinco litros más que el Up! y 55 más que el Mobi. Bajo el piso de carga está la rueda de auxilio. Tiene el mismo tamaño que las cuatro titulares, con la misma llanta de chapa (sin taza).

SEGURIDAD

El Kwid nació en India con mala fama en seguridad. El organismo internacional GlobalNCAP le puso un cero tras otro en sus crash tests a las diferentes evoluciones del modelo.

Por eso, cuando se anunció la fabricación en Brasil, Renault tomó la decisión de ofrecerlo con cuatro airbags de serie. Son dos bolsas frontales delanteras y dos laterales delanteras. Es el auto más accesible de nuestro mercado con ese equipamiento de seguridad pasiva.

Además, se agregaron refuerzos estructurales en el piso, en los pilares A (parantes del parabrisas) y en las puertas. Por eso, el Kwid brasileño es un promedio de 150 kilos más pesado que el inseguro Kwid indio. LatinNCAP lo sometió a sus pruebas de choque y obtuvo una calificación un poco mejor: tres estrellas en protección para adultos y niños.

El equipamiento de serie se complementa con frenos ABS con EBD, cinco cinturones de seguridad de tres puntos y anclajes Isofix para sillas infantiles (en las plazas laterales traseras). Los faros antiniebla y el apoyacabezas central trasero vienen desde la versión Intens. La cámara de retroceso está sólo en el Kwid Iconic.

No tiene control de estabilidad, ni siquiera como opción. Este fue el reclamo más común que los propietarios del Kwid reportaron a Lubri-Press. También se quejaron por el funcionamiento de los frenos: con un pedal ciclotímico y largas distancias de frenado.

MOTOR y TRANSMISIÓN

El desaparecido Clio Mío no tenía mucho equipamiento, también presentaba estética low-cost y venía con menos airbags que el Kwid, pero se destacaba por su mecánica: el 1.2 de cuatro cilindros tenía un gran rendimiento.

El Kwid ofrece una propuesta muchísimo más sencilla. Es un tres cilindros de un litro de cilindrada, con apenas 66 caballos de potencia y 93 Nm de torque. Es el auto menos potente del mercado argentino. Lo sigue el Chery QQ, con 68 cv.

Se combina con caja manual de cinco velocidades y tracción delantera.

COMPORTAMIENTO

Su segmento lo dice todo, es un citycar: un auto nacido para ser usado sólo en la ciudad. El auto es liviano y, cuando se viaja con pocos pasajeros y sin equipaje, tiene una respuesta ágil en las primeras tres marchas. Es un vehículo muy maniobrable y sencillísimo de estacionar, más aún en esta versión con cámara de retroceso.

Además, el mayor despeje del suelo hace que sea casi imposible fondearlo. No toca abajo en cunetas, badenes ni otros accidentes geomunicipales. La suspensión incluso absorbe bastante bien los caminos en mal estado y los baches (siempre y cuando la pequeña rueda de 14″ no se sumerja entera en un pozo).

El Kwid es tan liviano que hasta puede moverse con comodidad en el barro y la arena. Es la vieja filosofía del Renault 4, un jean sobre ruedas.

Todo esto es posible siempre y cuando no se circule a gran velocidad. El problema principal del Kwid es el comportamiento dinámico por encima de los 100 km/h. Ahí se muestra como un vehículo inestable, muy sensible a los vientos laterales y con frenos que no están dimensionados para esas prestaciones. No transmite seguridad. No lo usaría para irme de viaje.

Es una sensación incómoda, que en ruta nunca nos transmitieron los Up! y Mobi, a pesar de que tampoco tienen ESP.

El Kwid acelera de 0 a 100 km/h en 12,9 segundos y alcanza una velocidad de 155 km/h. Es una velocidad prohibida y Lubri-Press no recomienda probar el auto a ese ritmo. La dirección se vuelve muy liviana y errática a esa velocidad.

Los propietarios del Kwid que escribieron a Lubri-Press coincidieron en todo esto y agregaron otra queja: el motor es ruidoso y transmite muchas vibraciones a la cabina. Pensamos que no es culpa del motor, sino de la falta de aislaciones en el habitáculo.

Quienes recibieron las primeras unidades también tuvieron problemas con los frenos, que los obligó a visitar la red de concesionarios en más de una oportunidad.

Todos coincidimos también en una gran virtud de este tres cilindros: gasta muy poco. Consume una media de 6,8 litros cada 100 kilómetros. El tanque tiene 41 litros de capacidad, más que suficiente para un auto que debe ser considerado y utilizado sólo como lo que es: un citycar.

CONCLUSIÓN

Lubri-Press no recomienda la compra de autos sin control de estabilidad (ESP), así que la conclusión estaba cantada desde el comienzo de esta prueba de manejo: “Lubri-Press no recomienda la compra del Renault Kwid“.

Esa conclusión hay que remarcarla en el caso de este auto, que tiene problemas claros de estabilidad en rutas y autopistas. Es un vehículo económico y low-cost, que debe ser manejado sólo en ciudad.

Más allá de esto, el Kwid invita a reflexionar sobre un fenómeno que excede al producto en sí. ¿Cómo fue que Renault Argentina llegó a ofrecer un auto mediocre como el Kwid en nuestro mercado?

La marca del Rombo tuvo un gran prestigio en la Argentina, hasta bien entrado este siglo. En los ’90, incluso, logró a conquistar hasta un aura semi-premium, con modelos muy deseados por los argentinos: R18, Fuego y R21. En esa época, ¿quién no soñaba con tener una Nevada o una Break 4×4?

La estrategia cambió cuando Renault decidió salir a conquistar el mercado brasileño. Lo hizo con modelos económicos y derivados de productos originales de Dacia, como los Logan, Sandero, Duster y Nuevo Kangoo. El resultado: Renault hoy vende en Brasil más que nunca en su historia, pero a cambio sacrificó la excelente imagen de marca que tenía en la Argentina.

El Kwid es un producto peor que sus rivales más directos, como los Fiat Mobi y Volkswagen Up! En el balance general -y con excepción de los cuatro airbags- ni siquiera llega a ser mejor que el desaparecido Clio Mío.

Sin embargo, hoy es el modelo de Renault más vendido de la Argentina. Lo logró en base a ofrecer un precio muy económico y con planes de ahorro de cuotas accesibles. Hoy muchos ahorristas -no sólo de Renault- están en crisis, ahogados por los aumentos indiscriminados de las cuotas.

Todos los propietarios que escribieron a Lubri-Press  admitieron que compraron el Kwid por precio. Ninguno mencionó entre sus razones la calidad, el diseño, la seguridad o las prestaciones.

Que un auto como el Kwid sea un éxito en ventas dice mucho sobre la estrategia de la marca. Pero define, antes que nada, la conducta del consumidor argentino. Habla de un usuario que es capaz de resignar demasiado, con tal de cumplir con el sueño del 0km propio.

Renault no podría vender en Europa un producto como el Kwid brasileño. No lo permitirían las legislaciones locales ni lo avalarían los consumidores, acostumbrados a propuestas de mayor nivel. Tampoco Fiat y VW podrían vender los Mobi y Up! brasileños. No con los faltantes de seguridad y las diferencias de calidad con respecto, por ejemplo, al Up! europeo.

En ese sentido, autos como el Kwid (Mobi, Up! y los low-cost chinos) son más que citycars. Son la demostración palpable de que el consumidor argentino aún debe aprender a valorar la fuerza de su decisión de compra.

“La primera función de las automotrices en América Latina es exportar utilidades a sus casas matrices”, suele decir el ingeniero Alejandro Furas, director general de LatinNCAP. Eso es lo que están haciendo estas marcas al ofrecer vehículos de seguridad pobre y baja calidad en nuestra región. Y muchos consumidores lo avalan con su dinero.

Lubri-Press cumple con el compromiso de no recomendar la compra de autos que carezcan del mínimo equipamiento de seguridad. Pero el verdadero poder de cambio lo tiene el cliente, cada vez que se encuentra con la propuesta -económicamente tentadora- de un auto de este tipo. No hace falta una gran revolución. Alcanza con invocar dos palabras sencillas y educadas: “No, gracias”.

Carlos Cristófalo
Fotos: Orly Cristófalo

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FICHA TÉCNICA

  • Modelo probado: Renault Kwid Iconic.
  • Origen: Brasil.
  • Precio: 456.700 pesos (versiones desde 410.000 pesos).
  • Garantía: Tres años o 100 mil kilómetros.
  • Comercializa: Renault Argentina (www.renault.com.ar)

MOTOR

  • Tipo: naftero, delantero transversal, tres cilindros en línea, cuatro válvulas por cilindro, inyección electrónica multipunto.
  • Cilindrada: 998 cc
  • Potencia: 66 cv a 5.500 rpm
  • Torque: 93 Nm a 4.250 rpm

TRANSMISIÓN

  • Tipo: tracción delantera.
  • Caja: manual, de cinco velocidades.

CHASIS

  • Suspensión delantera: independiente, tipo McPherson, con resortes helicoidales y amortiguadores hidráulicos.
  • Suspensión trasera: eje rígido, con resortes helicoidales y amortiguadores hidráulicos.
  • Frenos delanteros: discos macizos.
  • Frenos traseros: de tambor.
  • Dirección: de piñón y cremallera, con asistencia eléctrica.
  • Neumáticos: Continental ContiEcoContact 165/70R14 con llanta de chapa y tazas de plático (rueda de auxilio del mismo tamaño y llanta de chapa)

PRESTACIONES

  • Velocidad máxima: 155 km/h
  • Aceleración de 0 a 100 km/h: 12,9 segundos
  • Consumo urbano: 7,2 l/100km
  • Consumo extraurbano: 6,2 l/100km
  • Consumo medio: 6,8 l/100km

MEDIDAS

  • Largo / ancho / alto: 3.680 mm / 1.586 mm / 1.474 mm
  • Distancia entre ejes: 2.423 mm
  • Peso en orden de marcha: 796 kilos
  • Capacidad de baúl: 290 litros
  • Capacidad de combustible: 41 litros.

EQUIPAMIENTO

  • Doble airbag frontal
  • Doble airbag lateral delantero
  • Frenos ABS con distribución electrónica del frenado (EBV)
  • Anclajes Isofix para plazas traseras
  • Cinco apoyacabezas
  • Cinco cinturones de seguridad inerciales de tres puntos
  • Cierre automático de puertas en rodaje
  • Alarma de luces encendidas y de olvido de cinturón de seguridad
  • Faros antiniebla
  • Cámara de retroceso
  • Aire acondicionado
  • Toma de 12v
  • Indicador de cambio de marchas
  • Levantavidrios delanteros eléctricos
  • Media Nav 3.0 con Bluetooth y pantalla táctil de 7″
  • Puerto USB
  • Computadora de abordo
  • Cierre centralizado remoto con apertura eléctrica del baúl
  • Espejos exteriores eléctricos y en color carrocería
  • Manijas de puertas color carrocería
  • Paragolpes delantero y trasero color carrocería
  • Llantas Flex 14″ con tazas de plástico
  • Grilla frontal cromada

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