Se inauguró la planta de Florencio Varela

Fernando Colombo y autoridades locales cortaron la cinta del nuevo establecimiento ubicado en el Parque Industrial y Tecnológico.

“Aprendí desde muy chico a ver una oportunidad en cada crisis”, aseguró Fernando Colombo en la inauguración.

Casi un año atrás, el sueño de Fernando Colombo tomaba forma definitiva. La planta modelo de fabricación de lubricantes empezaba a hacer circular por cañerías y tanques el aceite Fercol que terminaría en una cadena de distribución que recorre hoy todo el país.

Sobre una hectárea dentro del Parque Industrial y Tecnológico Florencio Varela las nuevas instalaciones comenzaban entonces a aunar las dos viejas plantas que conformaban la empresa dotando de dinamismo al  desarrollo, producción y entrega del producto final, ya que todas las áreas empezaban a concentrarse en el mismo lugar.

Hoy, podemos decir que Fercol está lista para ser mostrada. El 4 de junio, con la presencia del intendente del partido Andrés Watson, la concejal Victoria Tolosa Paz, autoridades de la Secretaria de Industria y Producción y todo el orgulloso personal, la pujante empresa corto la cinta y, entonces sí, dio por inaugurada formalmente sus instalaciones.

En un sencillo acto, coronado luego por un brindis, se habló de la trayectoria de la empresa y de su futuro que, por lo que se ve y se desea, es muy promisorio. Nada es casual, por supuesto. El trabajo de más de treinta años, sin bajar nunca los brazos, sumando siempre modernización en los procesos, acompañados por proveedores de calidad y por un grupo humano que concibe la labor cotidiana bajo un objetivo común dan como resultado cada gota de lubricante que vemos hoy tras la marca.

Recorrer la moderna planta es sencillo y agradable. Nos reciben, al empezar seis enormes tanques de almacenamiento en donde se pone en marcha el proceso de producción. La capacidad operativa es de tres millones de producto por mes. Estos gigantes contenedores descansan prolijamente dentro de un cerco de hormigón que cuida al medio ambiente ante algún posible derrame. La etapa de elaboración se inicia aquí, lugar desde donde parte una red de seguras cañerías que separan los aceites según el corte que se quiera formular: otros tanques menores son los contenedores apropiados para esta etapa, en los cuales, y de acuerdo al paquete de aditivo que se agregue, se mezclan y se envían a envasado de distintas presentaciones.

Obviamente, antes de salir al mercado, todo producto elaborado en la planta pasa por el proceso de análisis de laboratorio, para dejar sentado que lo producido cumple con la calidad prefijada.

La capacidad de depósito es muy grande. Toda la planta está cubierta por varios pisos de tambores, baldes y cajas que esperan listos salir a la calle. Los colores azules y rojos de la marca están presentes en todos los rincones y se ven desde lejos. Ya en los portones, los camiones están preparados para que la gente de logística se encargue de la carga y la distribución.

Entre la planta propiamente dicha y las oficinas hay un vasto espacio verde en donde los chicos y chicas de Fercol, en su horario de almuerzo, disfrutan del aire libre ya sea improvisando algún partidito de futbol o sentándose al borde de la pileta, hermoso espejo de agua que tiene como función principal abastecer la red de incendio de la compañía.

Las oficinas son un capítulo aparte: modernas, cómodas, superluminosas y cálidas. Llena de rincones en donde se hace fácil el dialogo en las tareas cotidianas, donde no faltan los elementos de comunicación ni los de compañerismo, como el mate.

Nos dice Fernando Colombo: “Con la inauguración formal, con la presencia del intendente, le ponemos un broche de oro a una tarea grosa de crecimiento que venimos realizando desde hace mucho tiempo. El cambio de planta es, para mí, el puntapié inicial de nuevos y variados proyectos. En un momento en donde algunos prefieren llamarse a retiro, yo elijo crear situaciones y negocios todos los días. Este espacio físico nos da la posibilidad de poder crecer exponencialmente. Pienso que este último tiempo, y esta crisis profunda por la que atraviesa la industria, mas allá de doblegarnos nos ha fortalecido. Aprendí desde muy chico a ver una oportunidad en cada crisis. Y esta no me tomo por sorpresa. Muy por el contrario, estoy cada vez más lleno de buenas y mejores ideas y con muchas ganas de redoblar la apuesta en cuanto a inversión se refiere”.

Fernando habla con mucho orgullo de este nuevo espacio físico. Le llevo mucho tiempo y dinero ponerlo a punto, en una Argentina difícil, pero finalmente lo ha logrado y esta deseoso de que todos lo conozcan.

Agrega: “Nuestro centro de oficinas comerciales están preparadas no solo  para albergar a nuestro personal haciendo que su jornada laboral sea amena y productiva. Contamos con espaciosas salas y salones para dictar cursos o reunirnos con colegas y clientes. Además, tenemos un comedor donde disfrutamos del almuerzo como en casa. En Fercol las paredes nos dicen que el ganar ganar es una constante.”

En cuanto a cómo se presenta el negocio venidero afirma: “Estamos en plena elaboración de un plan de negocios, ya no formulado para afrontar las crisis existentes o venideras sino para cimentar un crecimiento armonioso con nuestros pares. Queremos que nuestros clientes encuentren una empresa que no cambie su cultura con los vaivenes económicos. Y queremos que los proveedores nos vean como un cliente confiable con el cual crear, y transmitir buenos negocios.”

Orgullos porque esta planta refleja todo lo que es Colombo, termina diciendo: “Este establecimiento nos abre las puertas a realizar negocios en una escala diferente. Estamos ya atrás de eso. Ese es nuestro trabajo de ahora en más. No solo tenemos paredes nuevas: el cambio es integral. Toda nuestra línea de artículos como nuestra imagen de marca está siendo revisada. Y cambiada en los casos que haga falta. El mundo gira muy rápido, y nosotros queremos avanzar al mismo ritmo. Una nueva era Fercol, muy moderna y a con espíritu de desarrollo, se inicia hoy.”