Test: Suzuki Swift 1.2 CVT GLX

Inchcape, importador de Suzuki en la Argentina, lanzó a la venta la cuarta generación del hatchback para el Segmento B (chico). Mecánica económica y mucha seguridad. Pero se extraña al clásico Swift.

Suzuki es una marca japonesa con 100 años de historia. Se hizo famosa con las motos y, cuando se decidió a fabricar autos, lo hizo apostando siempre a los vehículos chicos, compactos y citycars. Los autos pequeños y ligeros son la especialidad de la casa y tiene muchos modelos en su gama. En la Argentina, sin embargo, el más famoso de todos es el Swift.

Con diferentes importadores (Mandataria, General Motors, Indumotora y ahora Inchcape), el Swift se ofreció en nuestro mercado en todas sus generaciones. En julio pasado, se lanzó a la venta el New Swift. Esta cuarta generación llega a la Argentina importada de Japón y con una sola versión: 1.2 CVT GLX, de 24 mil dólares.

La manejamos una semana. La crítica completa se reproduce a continuación.

POR FUERA

Junto con el modelo de primera generación –con diseño adelantado a su época, ahora ya un clásico-, podría decirse que este Swift IV es el más atractivo de la historia. Conserva algunos rasgos de los modelos de segunda y tercera generación –casi clonados, aunque con diferentes dimensiones- y líneas más modernas.

El ángulo más atractivo es el frontal, con trazos redondeados, faros con luces diurnas de leds y una sonrisa negra que enmarca a los antinieblas. En esta unidad, el contraste entre la pintura roja (“Metallic Burning Red”) y los pilares negros generan un efecto curioso: el techo parece un sombrero, separado de la carrocería. De hecho, se pueden encargar con techo de color diferente a la carrocería (hay opción de techo negro o plateado, sin costo extra para el cliente). Los picaportes traseros están escondidos en el parante trasero (Pilar C). La idea es ofrecer un perfil con estética de dos puertas.

En la parte trasera se destaca la saliente a la altura del baúl. Es un efecto se aplicó para ofrecer una mayor capacidad de carga.

Viene de serie con llantas de aleación de 16 pulgadas (calzadas con Bridgestone Ecopia 185/55R16).

Con respecto al Swift III, este Swift IV varió en todas sus dimensiones: la distancia entre ejes se extendió dos centímetros (hasta 2.450 mm), pero el largo total se redujo en un centímetro (hasta 3.840 mm). Ahora es cuatro centímetros más ancho (hasta 1.735 mm) y se mantuvo la misma altura (1.495 mm).

El Swift compite en nuestro mercado con todos los hatchbacks del Segmento B (chico), que tienen la oferta más variada del mercado argentino. Aunque, por su condición de importado extrazona (viene de Japón y tributa el 35% de arancel aduanero), su precio de 24 mil dólares lo acerca mucho a algunos productos de posicionamiento premium. El Audi A1, por ejemplo, arranca en 27.400 dólares (1.2 turbo de 122 cv, con caja manual).

Todas las generaciones del Swift se vendieron en la Argentina. La cuarta acaba de llegar a nuestro mercado.

Es el auto importado de Japón más accesible que se vende en la Argentina. Aunque no es barato: cuesta 24 mil dólares.

POR DENTRO

Acá también se nota un diseño más moderno, pero un momento: ¿qué hace ese televisor en la plancha de instrumentos? El Swift viene con una de las pantallas táctiles más grandes del mercado argentino de autos (y de electrodomésticos, también). Son nada menos que 10,5 pulgadas en diagonal. No está empotrada en la consola: está colgada, con efecto flotante, al punto de llegar casi a obstruir las dos salidas de aire centrales.

Es ni más ni menos que una Tablet con sistema operativo Android. Así que cuenta con capacidad de conectarse a internet (podés alimentarla con los datos de tu celular, por ejemplo) y descargar todo tipo de aplicaciones desde Google Play. Las funciones básicas que tiene son GPS, cámara de retroceso y Bluetooth. Es ágil y fácil de usar, aunque no se puede ocultar y queda muy expuesta a la vista si dejás el auto estacionado en la calle. Un par de defectos: no tiene Apple Car Play y tampoco cuenta con puerto USB. La única posibilidad de cargar un dispositivo es mediante el único toma de 12 voltios, ubicado detrás de la palanca de cambios.

Pero el interior del Swift es algo más que una pantalla. Una vez más, es una demostración de calidad japonesa: una industria que demuestra que no hace falta utilizar plásticos blandos ni materiales lujosos para lograr una cabina agradable a la vista, el tacto y el oído. Todo está bien encastrado. Todo está bien terminado.

En la posición de manejo ayuda mucho que la butaca del conductor tenga ajuste en altura y el volante se regule en altura y profundidad. Está forrado en cuero y tiene un grip muy agradable.

Las plazas traseras del Swift nunca fueron generosas. Ahora hay más espacio para las cabezas y el respaldo trasero está un poco más reclinado. Pero las piernas de los más altos seguirán viajando algo ajustadas.

El baúl también creció en capacidad: pasó de 211 a 242 litros. Sigue siendo chico, pero esos 31 litros extra se agradecen. Bajo el piso de carga, ya un clásico del Swift: rueda de auxilio finita, de uso temporario. Con esta rueda en uso no se puede circular a más de 80 km/h.

Diseño, volante con buen grip, buena calidad de terminación… ¿pero qué es ese televisor?

Una de las pantallas multimedia más grandes del mercado automotor argentino. Una tablet de 10,5 pulgadas, con Android.

Es una tablet, así que podés conectarte a internet y leer Lubri-Press y Autoblog.

Lo malo: no tiene puerto USB. Sólo hay un toma de 12v.

Lo bueno: tiene ESP. Lo triste: demasiados botones ciegos.

Buen diseño de butacas, sólo tapizado en tela. El volante se ajusta en altura y profundidad: bien ahí.

Atrás mejoró la altura y el respaldo tiene mayor grado de inclinación. Espacio para las piernas, limitado.

Sólo con caja automática CVT. Es lo más lógico para un citycar. Pero no es lo que hubiéramos esperado en un Swift.

Tablero claro, completito y con bastante información. El velocímetro hasta 220 km/h es un buen chiste.

El baúl creció -un poquito- en capacidad de carga.

SEGURIDAD

Junto con el diseño, este es uno de los puntos más destacados del New Swift. Viene de serie con frenos ABS con EBD, seis airbags anclajes Isofix, barras de protección laterales, cinco cinturones inerciales de tres puntos y cinco  apoyacabezas.

Pero todo eso ya lo tenía el Swift III. La novedad es que, por primera vez, el Swift llega a la Argentina con control de estabilidad (ESP). También incorporó un sistema de pedales colapsables: en caso de impacto frontal, la pedalera se retrae para evitar daños mayores en las piernas del conductor.

Le estaría faltando el Frenado Autónomo de Emergencia (AEB). En mercados como el europeo, se ofrece como un opcional que se paga aparte.

EuroNCAP ya sometió a este New Swift japonés a sus pruebas de choque. Una unidad con seis airbags, con ESP y sin AEB obtuvo una calificación media de tres estrellas, con 83% de protección para adultos, 75% para niños y 69% para peatones.

MOTOR y TRANSMISIÓN

Acá no hay buenas noticias. Por razones de costos, el importador Inchcape decidió traer el Swift IV a la Argentina con una de sus motorizaciones más chicas de la actualidad. Es un cuatro cilindros 1.2 16v (el Swift III tenía un 1.4 16v), con 85 cv de potencia a 6.000 rpm (contra 95 del Swift anterior) y 113 Nm de torque a 4.200 rpm (contra 130).

Además, ya no viene con caja manual. Se combina sólo con una transmisión automática de variador continuo (CVT). Cuenta con una función Low para retener una relación más corta (sirve para subir una rampa con mucha carga, por ejemplo) y un modo S que supuestamente es más deportivo (se activa desde un botón junto a la palanca, pero el resultado no es muy sorprendente).

En otros mercados hay opciones mecánicas más modernas e interesantes. Por ejemplo: 1.0 turbo (tres cilindros, 111 cv y 170 Nm) y 1.4 turbo (140 cv y 230 Nm).

Bajo el piso del baúl: rueda de auxilio de uso temporario. Con ella en uso, no se puede circular a más de 80 km/h.

Llantas de 16 pulgadas, neumáticos Bridgestone y muy buenos frenos.

El motor 1.2 16v es muy económico. Pero en un Swift siempre vamos a pedir un poco más de potencia.

COMPORTAMIENTO

La base sigue siendo la misma. Un auto de dimensiones compactas y con la fórmula original de Sir Alec Issigonis, creador del Mini: “una rueda en cada rincón”. El resultado: un auto chiquito, con dirección bien directa, muy fácil de manejar en el tránsito urbano, sencillo de estacionar y divertido de conducir a ritmo veloz.

El problema: ni el motor ni la caja están a la altura del espíritu del Swift. El motor se muestra limitado cuando se viaja cargado o cuando se lo exige a fondo. Y la transmisión CVT es un lastre para el comportamiento dinámico: lenta de respuesta. Enrosca en vueltas el motor cuando se acelera a fondo. Mucho ruido, pocas nueces (muchas rpm, pocos km/h).

Esta configuración mecánica para el mercado argentino obliga a cambiar por completo la filosofía de manejo tradicional de un Swift. Ya no es un pocket-roket ni un hot-hatch, como ocurrió con el Swift GTi que llegó en los ’90: ahora es un tranquilo auto urbano.

Lo único bueno de todo esto: consume muy poco. Gasta una media de 6,5 litros cada 100 kilómetros. Es una manera de compensar un tanque de combustible diminuto: apenas 37 litros.

El resto de las prestaciones quedan penalizadas por la mecánica. Acelera de 0 a 100 km/h en 11,1 segundos y alcanza los 175 km/h de velocidad máxima (con mucho carreteo, eso sí).

En ruta, el motor 1.2 obliga a ejercitar la paciencia a la hora de adelantar vehículos más lentos. No es un auto que tenga problemas para realizar viajes largos. De hecho, el chasis (dirección, frenos, suspensión) están pensados para una mecánica mucho más potente. Sólo se trata de adoptar una filosofía de manejo -digamos- más Zen.

El confort de marcha es correcto. Tan sólo no le gustan las calles con adoquinados desparejos o con demasiados baches. En esa condición, se siente que el recorrido de la suspensión es corto: hace tope con facilidad. Además, hay que tener cuidado en cunetas, badenes y lomos de burro: el deflector de plástico bajo la trompa fondea enseguida.

Las prestaciones son modestas, pero es un auto que se anima a salir a la ruta.

El tránsito urbano, sin embargo, es donde se siente más cómodo, práctico y ágil.

CONCLUSIÓN

Si nos dijeran que Suzuki trajo a la Argentina un auto chico, de diseño agradable, con gran calidad de fabricación, muy buen equipamiento de seguridad y mecánica económica, en Lubri-Press pondríamos todos los pulgares hacia arriba.

El problema es que ese auto se llama Swift. Y, al menos en la Argentina, ese nombre siempre fue sinónimo de autito deportivo. Eso es algo que no ofrece este 1.2 CVT GLX que llega a nuestro mercado. Al venir importador de Japón, desembarca además con un precio elevado para la situación de la economía actual: 24 mil dólares. Por eso, pensar en una versión 1.0 turbo o 1.4 turbo sería hablar de un valor todavía más elevado.

El New Swift es un muy buen auto para todos los días.

Pero, caramba, cómo se extraña al Old Swift.

Carlos Cristófalo
Fotos: Orly Cristófalo
Agradecimiento: Municipalidad de Zárate


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FICHA TÉCNICA

  • Modelo probado: Suzuki New Swift.
  • Origen: Japón.
  • Precio: 24.000 dólares.
  • Garantía: Tres años o 100 mil kilómetros.
  • Comercializa: Inchcape / Suzuki Argentina (www.suzuki.com.ar)

MOTOR

  • Tipo: naftero, delantero transversal, cuatro cilindros en línea, cuatro válvulas por cilindro, inyección indirecta.
  • Cilindrada: 1.197 cc
  • Potencia: 85 cv a 6.000 rpm
  • Torque: 113 Nm a 4.200 rpm

TRANSMISIÓN

  • Tipo: tracción delantera, con control electrónico.
  • Caja: automática, de variador continuo (CVT), con modo Low para retener las marchas bajas.

CHASIS

  • Suspensión delantera: independiente, tipo McPherson, con resortes helicoidales, amortiguadores hidráulicos y barra estabilizadora.
  • Suspensión trasera: eje de torsión, con resortes helicoidales y amortiguadores hidráulicos.
  • Frenos delanteros: discos ventilados.
  • Frenos traseros: de tambor.
  • Dirección: de piñón y cremallera, con asistencia eléctrica.
  • Neumáticos: Bridgestone Ecopia 185/55R16 (rueda de auxilio de uso temporario)

PRESTACIONES

  • Velocidad máxima: 175 km/h
  • Aceleración de 0 a 100 km/h: 11,1 segundos
  • Consumo urbano: 7,5 l/100km
  • Consumo extraurbano: 5,5 l/100km
  • Consumo medio: 6,5 l/100km

MEDIDAS

  • Largo / ancho / alto: 3.840 mm / 1.735 mm / 1.495 mm
  • Distancia entre ejes: 2.450 mm
  • Peso en orden de marcha: 925 kilos
  • Capacidad de baúl: 242 / 556 litros.
  • Capacidad de combustible: 37 litros

EQUIPAMIENTO

  • Doble airbag frontal delantero
  • Doble airbag lateral delantero
  • Doble airbag de cortina
  • Anclajes Isofix
  • Barras de protección laterales en las puertas
  • Pedales colapsables
  • Cinco cinturones de seguridad inerciales (delanteros, con pretensionador)
  • Cinco apoyacabezas
  • Frenos ABS (con EBD y AFU)
  • Control de estabilidad (ESP)
  • Testigo sonoro y luminoso de olvido de cinturones delanteros
  • Alarma e inmovilizador antirrobo
  • Sistema de iluminación diurna DRL con tecnología LED
  • Cámara de retroceso
  • Climatizador automático
  • Botón de encendido sin llave (Keyless Start)
  • Sistema de acceso sin llave con comando de apertura a distancia
  • Volante en cuero con ajuste en altura y profundidad
  • Control de audio al volante
  • Equipo multimedia con pantalla táctil de 10.5″, MirrorLink y Bluetooth
  • Navegador satelital GPS incorporado
  • Control de velocidad crucero
  • Asiento del conductor regulable en altura
  • Cierre centralizado con comando a distancia
  • Computadora de abordo
  • Espejos exteriores con luz de giro, ajuste eléctrico y rebatibles eléctricamente
  • Cuatro levantavidrios eléctricos (conductor, “one touch”)
  • Apertura de tapa de combustible del interior
  • Salida de 12v
  • Faros antinieblas delanteros
  • Llantas de aluminio pulidas de 16 pulgadas

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