Tren expreso

Cada vez que en Lubri-Press probamos un Mercedes-Benz Clase E, resulta imposible comenzar la crítica sin antes mencionar el respeto y la admiración que nos genera el modelo de la Estrella para el Segmento E (grande).

Siempre habrá competidores más modernos, osados y con diseños más atrevidos. Pero todos, antes de dar el siguiente paso, siempre toman al Clase E como punto de referencia.

Mercedes-Benz está diversificando cada vez más su gama y se estima que para 2022 ofrecerá casi el doble de modelos que produce en la actualidad. Habrá, sin exagerar, un Mercedes para cada necesidad (siempre y cuando tus necesidades tengan la suficiente liquidez).

Todavía falta bastante para conocer las nuevas apuestas de Stuttgart, pero sólo hay una certeza: el Clase E seguirá ocupando el corazón de la marca. Se mantendrá hasta el fin de los tiempos como la puerta de acceso a los modelos más serios, lujosos, avanzados y emblemáticos de la Estrella.

La actual generación de la Clase E está comenzando a despedirse. Y en Lubri-Press la conocimos bien en profundidad: manejamos los E 250 y E 350 en la Argentina. También su variante más estilizada, el CLS 350 Sport.

Y ahora, cuando todo está listo para la presentación de la nueva generación en el Salón de Detroit de enero próximo, nos dimos un gusto: gracias a la invitación de Mercedes-Benz Argentina viajamos hasta Alemania para probar el más extremo, deportivo, costoso y delirante de los Clase E: el AMG 63 S T-Modell 4Matic.

Manejamos durante una semana esta rural deportiva por calles, rutas, autobahns y circuitos legendarios de Stuttgart, Frankfurt y Nürburg. La crítica completa se reproduce a continuación.

 

POR FUERA

Los vehículos con carrocería familiar, las clásicas rurales, están en extinción en la Argentina. La última Mercedes-Benz Clase E T-Modell que llegó a nuestro país lo hizo dos generaciones atrás. Y hoy, tras discontinuar el Clase C Estate, la Estrella ya no ofrece station wagons en nuestro país.

Sin embargo, en Europa, son toda una institución. Y no son un sueño imposible de alcanzar. El T-Modell es el auto por default de la clase media-alta (o de un empleado con acceso a un vehículo corporativo un poco por encima de la media).

Gracias a los incentivos fiscales y a créditos especiales, también es el taxi por excelencia de la mayoría de los países sajones.

Pero este T-Modell no es un tranquilo auto familiar. Y está muy lejos de las necesidades de un tachero. Es un AMG hecho y derecho, tal vez el más descarado e insólito de la historia.

La división de alta performance de Mercedes tomó a la clásica rural y la convirtió en un verdadero expreso de alta velocidad.

En el exterior, los cambios son apenas perceptibles: llantas deportivas de 19 pulgadas, frenos con cálipers amarillos (que delatan a los discos carbono-cerámicos), cuádruple salida de escape y los emblemas justos y necesarios: “V8 Biturbo” y “S AMG”.

Es una mole de casi cinco metros de largo y dos de ancho, que sin embargo pasa desapercibida por completo en el tránsito alemán.

Las diferencias sólo las advierten los entendidos, que la aprueban con una sonrisa: es la metáfora perfecta del responsable de familia, que se niega a resignarse a su destino de piloto frustrado.

AMG1

Nos fuimos desde Stuttgart hasta Nürburgring

Nos fuimos desde Stuttgart hasta Nürburgring

POR DENTRO

Como todo AMG, el interior es posible configurarlo con una numerosa cantidad de opcionales: desde butacas de competición activas (inflan los laterales para retener el cuerpo en curvas veloces, al mismo tiempo que lo masajean) o equipo multimedia de alta definición, para los pasajeros traseros.

La unidad de pruebas venía con la dotación de serie, que igual es completísima: tapizado en cuero, revestimientos en Alcántara hasta en el techo, terminaciones en fibra de carbono, techo corredizo panorámico, equipo de audio Harman Kardon, climatizador de cuatro zonas, apertura y cierre automático del portón trasero y navegador satelital.

A modo de curiosidad, le faltaban algunos detalles que hoy parecen imprescindibles, incluso para la oferta del mercado argentino: no tenía cámara de retroceso ni redes para sujetar las cargas sueltas en el baúl.

Tampoco llevaba rueda de auxilio, sólo un kit de reparación. Pero ese puede ser considerado un defecto en la Argentina, no en Alemania, donde los caminos tienen pavimentos perfectos y los servicios de asistencia en ruta están bien aceitados (desde ya, tampoco hay problemas de importación para conseguir ruedas de medidas exóticas).

Por lo demás, es un fantástico lugar para estar durante muchas horas y kilómetros. Los vidrios dobles garantizan una aislación absoluta del exterior, aunque –como se verá más adelante- en AMG se encargaron de permitir las filtraciones imprescindibles.

Tanto para el que maneja como para cualquiera de los cuatro acompañantes (anche il cane), el T-Modell cumple con todos los requisitos de confort y equipamiento de una rural de lujo.

¿El detalle favorito de Lubri-Press? Sin dudas, el volante: de buen tamaño, con aro grueso, revestido en cuero, con costuras a la vista y forrado en Alcántara en las zonas de mayor uso (entre las 10:10 y 7:20, por decirlo en forma horaria).

Además, este volante viene con las levas del cambio más hermosas que haya tocado jamás: son dos piezas de hierro mecanizado, ásperas y frías al tacto. Una delicia.

Volante forrado en cuero y Alcántara, con el tamaño y el grosor exactos.

Volante forrado en cuero y Alcántara, con el tamaño y el grosor exactos.

Velocímetro hasta 320 km/h.

Velocímetro hasta 320 km/h.

Y el clásico reloj IWC.

Y el clásico reloj IWC.

Levas en hierro mecanizado, ásperas y frías.

Levas en hierro mecanizado, ásperas y frías.

Como los cinturones claros y los apoyacabezas estampados con el escudo de Affalterbach.

Como los cinturones claros y los apoyacabezas estampados con el escudo de Affalterbach.

Desde estos comandos se puede alterar la personalidad de la bestia.

Desde estos comandos se puede alterar la personalidad de la bestia.

Con una gran capacidad de carga.

Con una gran capacidad de carga.

Interior intachable de Clase E, con toques inconfundibles de AMG.

Interior intachable de Clase E, con toques inconfundibles de AMG.

SEGURIDAD

Es un Mercedes, así que preparate para una larga lista de dispositivos. Este AMG viene de serie con nueve airbags (doble frontal delantero, doble lateral delantero, doble lateral trasero, doble de cortina y uno de rodillas para el conductor), frenos ABS, control de estabilidad, control de tracción, alerta de punto ciego, alerta de cambio de carril con accionamiento automático de frenos ante maniobra imprevista, alerta de fatiga, alerta de pérdida de presión en los neumáticos y Collision Prevention Assist: un sistema que, al detectar un posible choque (por ejemplo, por la desaceleración brusca del vehículo que marcha adelante), prepara los frenos y tensa los cinturones de seguridad para prepararse para el impacto.

Por ser un modelo cerca del final de su ciclo de producción, la última vez que EuroNCAP probó un Clase E fue en 2010. Obtuvo la calificación máxima de cinco estrellas, con 86% de protección para adultos, 77% para niños y 59% para peatones.

No tiene rueda de auxilio, pero en Alemania es algo anecdótico.

No tiene rueda de auxilio, pero en Alemania es algo anecdótico.

Lo que sí importan son los frenos carbono-cerámicos.

Lo que sí importan son los frenos carbono-cerámicos.

MOTOR y TRANSMISIÓN

En este punto hay que aclarar algo importante. Mercedes-Benz ya ofrecía un E 63 AMG T-Modell (también con carrocería Sedán), con el V8 biturbo. Tiene 5.5 litros, con 557 cv y 720 Nm. En esa versión, la tracción integral 4Matic es opcional.

Pero cuando Audi presentó el RS6 Avant Quattro, con 560 cv y 700 Nm, en AMG se sintieron tocados en su orgullo. Así nació esta versión S, con 585 cv a 5.500 rpm y 800 Nm a partir de las 2.000 rpm.

El sistema 4Matic ahora viene de serie y se combina con una caja automática de siete velocidades, con modos secuencial y manual, además de levas al volante.

Como ya te conté más arriba, este S AMG T-Modell marca la despedida de la actual generación de la Clase E.

Se sabe que el próximo AMG de este modelo tendrá un V8 biturbo, pero con la cilindrada reducida a 4.0 litros, para disminuir el consumo y las emisiones de gases contaminantes. Además, tendrá la nueva caja 9G-Tronic, de nueve velocidades.

El más perfecto de los paisajes alemanes.

El más perfecto de los paisajes alemanes.

COMPORTAMIENTO

Este S AMG tiene varios modos de puesta a punto, siempre a gusto del usuario. Los amortiguadores poseen tres niveles de dureza variable y se pueden elegir cuatro programas, que alteran el nivel de respuesta del acelerador, el régimen del cambio automático y la dureza de la dirección.

Estos modos son Comfort, Sport, Sport+ y Manual. En modo manual, la caja de cambios no sube de marcha al llegar al régimen máximo: el sistema tan sólo corta la alimentación para evitar que el motor se pase de vueltas. Es una sensación muy buena, como tener el control absoluto del cambio.

También está el programa RS, que viene de Race Start. Es el que permite realizar una salida desde parado con el máximo nivel de aceleración. Así, los 3,4 segundos de 0 a 100 km/h se logran sin mayor esfuerzo (para el conductor, claro, porque visto desde afuera es como presenciar un terremoto enfrascado).

Sin embargo, para no marear al conductor y, ante la necesidad de disponer de la puesta a punto más extrema y de la manera más rápida, tan sólo hay que apretar el botón AMG. En un segundo, todos los seteos pasarán a la posición más deportiva. Así, la tranquila familiar se convertirá en una nave intergaláctica. Algo así como el Clase E de los Men In Black (pero sin tantos marcianos mocosos).

El botón AMG podría parecer una fantochada en la situación del tránsito y los caminos de la Argentina. Pero, en Alemania, lo usé más veces de las que pensaba.

Sucede que este bendito país cuenta con las famosas autobahns: tramos de autopistas donde no rige ningún límite de velocidad.

A veces tienen decenas de kilómetros de extensión. Otras, apenas poco más de cinco mil metros. En cambio, en las zonas restringidas, la velocidad máxima permitida oscila entre 120 y 130 km/h.

De esta manera, con sólo divisar el cartel indicador de autobahn, alcanza con presionar “AMG”, pisar a fondo y salir disparado hasta los 290 km/h de velocidad máxima, en un torbellino de gruñidos y borbotones.

Porque ese es el otro condimento infaltable de todo AMG: el sonido.

No olvidemos que es un vehículo familiar.

No olvidemos que es un vehículo familiar.

Una familiar implacable, para viajar en modo tren expreso, a 290 km/h.

Una familiar implacable, para viajar en modo tren expreso, a 290 km/h.

Capaces de contener los cinco metros y más de dos toneladas del T-Modell.

Capaces de contener los cinco metros y más de dos toneladas del T-Modell.

Los escapes están trabajados de manera que permiten filtrar en el interior ese burbujeo ronco, característico de los V8. A veces pienso que lo único que sacó en limpio Mercedes-Benz de la fallida alianza con Chrysler, hace ya una década, fue aprender a copiar el sonido inconfundible de un muscle-cars. Y a eso le agregó el refinamiento, la tecnología y la confiabilidad de un deportivo alemán.

El sonido de este S AMG es de los más extrovertidos e hilarantes. De hecho, si sos habitué de la Fórmula 1, coincidirás en que el Doctor Car AMG T-Modell tiene desde hace años el mejor sonido de la categoría reina.

Es una tromba adictiva. No hay nada mejor que poner el motor en marcha en una mañana fría y escuchar cómo comienzan a protestar los perros del vecindario. Y es que esos extraños ladridos metálicos provienen de este competidor inesperado: un cusco biturbo.Pero el V8 no es sólo ruido. También produce muchas nueces.

¿Cómo explicar lo que se siente desencadenar 800 Nm de torque?

Voy a tratar de transmitirlo por medio de las inercias. Tené en cuenta que hablamos de un auto de cinco metros y 2.2 toneladas de peso. Sin embargo, es un aparato que salta hacia adelante ante el menor roce del acelerador, no importa el régimen o el cambio en que te encuentres.

En el vuelo rumbo a Alemania, mientras British Airways extraviaba mi equipaje, me mantuve entretenido viendo la nueva película de “Mad Max”.

Y me causó mucha gracias la picada de camiones en el desierto, donde el Chico Bueno y el Chico Malo se trepan a los capots para escupir combustible adentro de las tomas de aire. A cada escupitajo, una oleada de torque y un salto en velocidad.

Así es como se siente jugar con el acelerador de un AMG V8 biturbo (aunque con menos gargajos).

Bajo el capot hay una usina capaz de burlarse de las leyes de la física. Y, la nuestra en particular, como ocurre con todos los motores AMG, llevaba una plaquita con la firma del hombre que la ensambló, pieza por pieza. Dios te bendiga, Hüseyin Boz.

Eso sí, la magia del bueno de Hüseyin, no garantiza milagros. Y una de las contras inevitables de acelerar a fondo este AMG es el consumo de combustible.

Resulta casi imposible bajar de los 14 litros cada 100 kilómetros, incluso con todos los seteos en los modos más amigables con el planeta. Bebe hasta atragantarse. Como Mad Max, otra vez, pero en la escena donde tiene mucha, pero mucha sed.

En este punto, donde me toca hablar del comportamiento dinámico, es cuando podría contarte todo lo que me divertí haciendo deslizar el tren trasero y derrapar el AMG en el Nordschleife. Podría decirte que quemé varios juegos de neumáticos y que hice bailar a esta rural sobre una baldosa.

Pero no estoy acá para engañarte. La combinación del V8 con la tracción 4Matic convierten al T-Modell en un verdadero tren de alta velocidad: tan rápido, como seguro y equilibrado.

Podés encarar una curva a buena velocidad y la transita con total aplomo, sin perturbaciones en su inercia de masa planetaria.

Entonces intentás pasar la misma curva a más velocidad, en el siguiente cambio. Y comprobás que también la negocia sin inmutarse.

¿Y por qué no un poco más rápido? Claro, no hay problema, te responde Mr.T-Modell, muy seguro además de sus incansables (soberbios y bellísimos) frenos carbono-cerámicos.

¿Te acordás de la anécdota de Fangio, acerca de cómo ganó su carrera legendaria en Nürburgring ’57, con la Maserati 250F? Recuperó casi un minuto de demora, batió once veces el récord de vuelta del Nordschleife y cazó a las dos Ferrari punteras, para quedarse con el triunfo y su quinto título mundial.

Cuando le preguntaron cómo había logrado semejante proeza, el Chueco respondió con su tonada campechana: “Empecé a transitar cada curva con un cambio superior. Si hasta ahora la hacía en segunda, la pasaba en tercera. Si era de tercera, la hacía en cuarta. Y así”.

Bueno, el AMG 4Matic es capaz de emular esa proeza legendaria, aunque como conductor no compartas con Fangio más que la nacionalidad. Así de fácil. Así de eficiente. Así de implacable.

Así de divertido.

 

CONCLUSIÓN

Estamos, quizás, ante uno de los últimos dinosaurios depredadores de combustible.

Mercedes-Benz demuestra con este enorme AMG que no alcanza con ser la automotriz más antigua del planeta. También hay que saber conservar una buena dosis de atrevimiento e inmadurez.

Porque los autos son muy importantes para ser tomados demasiado en serio.

Y porque la diversión sana, el espíritu lúdico y la promesa de mucha potencia siguen siendo los mejores argumentos de venta para cualquier producto.

Entonces, ¿cuál es la razón de ser de una rural con 585 caballos, capaz de viajar a casi 300 km/h y con todos los petates familiares a cuestas?

Sólo existe una explicación válida: el hecho de que sea posible.

La refinada ironía de su simple existencia.

 

Carlos Cristófalo

Producción fotográfica: Rodrigo Barcia y Tourifotos

 

FICHA TECNICA

Modelo probado: Mercedes-AMG E 63 S T-Modell 4Matic

Origen: Alemania

Precio: 104.000 euros en Alemania (modelo no disponible en la Argentina)

Comercializa: Mercedes-AMG (www.mercedes-amg.com)

MOTOR

Tipo: naftero, delantero longitudinal, V8, 32 válvulas, inyección directa de combustible, doble turbo e intercooler.

Cilindrada: 5.461 cc

Potencia: 585 cv a 5.500 rpm

Torque: 800 Nm a 2.000 rpm

TRANSMISIÓN

Tipo: integral, con sistema inteligente 4Matic.

Caja: automática secuencial, de siete velocidades, con modo manual y seteos AMG

CHASIS

Suspensión delantera: independiente, tipo McPherson, con resortes helicoidales, amortiguadores de dureza variable y tren de rodaje AMG.

Suspensión trasera: independiente, tipo multibrazos, con resortes helicoidales, amortiguadores de dureza variable y tren de rodaje AMG.

Frenos delanteros: discos ventilados carbono-cerámicos AMG.

Frenos traseros: discos ventilados carbono-cerámicos AMG.

Dirección: de cremallera, con asistencia eléctrica y dureza variable.

Neumáticos: Continental ContiSportContact 255/35R19 adelante y 285/30R19 atrás (sin rueda de auxilio, con kit de reparación).

PRESTACIONES

Velocidad máxima: 290 km/h

Aceleración de 0 a 100 km/h: 3,4 segundos

Aceleración de 0 a 400 metros: 11,7 segundos

Consumo urbano: 20 l/100km

Consumo extraurbano: 14,7 l/100km

Consumo medio: 17,5 l/100km

MEDICIONES

Largo / ancho / alto: 4.912 mm / 2.016 mm / 1.521 mm

Distancia entre ejes: 2.875 mm

Peso en orden de marcha: 2.146 kg

Capacidad de baúl: 695 / 1.950 litros

Capacidad de combustible: 66 litros