¡Vamos las Pymes!

Por Carla Colombo

Nací y crecí en una familia en donde no era muy común establecer una línea de puntos que sirviera de límite entre la empresa y la casa. Entre comentarios de “qué hiciste hoy en el cole” se mezclaban los recordatorios de los pagos de Afip y de listas de precios. Recuerdo “jugar a la oficina” en el mismo escritorio en donde mis padres debatían el presente y el futuro del negocio familiar. Y disfrutaba en los actos del colegio, cuando papá y mamá estaban ahí, siempre presentes, porque sabía que ellos ponían el horario a sus obligaciones, mientras que otros padres estaban ausentes por cuestiones laborales. ¡Nunca faltaban!

La empresa familiar, la pyme, es parte de mi vida. Deja huella en todos aquellos miembros de la familia empresaria. Pero… ¿qué pasa en el mercado? ¿cómo se ve? ¿cómo la toman?

FERCOL

No es novedad que las pequeñas y medianas empresas son la base del entramado productivo de un país y generan un impacto positivo que excede el beneficio que recibe el propio empresario, ya que se difunde por toda la sociedad.

Además de generar riqueza, son importantes generadoras de mano de obra y arraigo local. Permiten una distribución geográfica más equilibrada de la producción, del uso de los recursos y de las ganancias que generan. Varios modelos de desarrollo productivo de países que hoy figuran entre las principales economías mundiales se han basado en políticas exitosas de fortalecimiento y promoción del crecimiento de sus empresas de menor porte relativo.

En Argentina los fundamentos de su sector industrial lo construyeron las pymes surgidas de la gran corriente inmigratoria del siglo XIX.

En la última década hubo un crecimiento considerable debido, principalmente, a un conjunto de políticas macroeconómicas y sectoriales, que ha generado los incentivos necesarios para que tanto las pymes establecidas como los nuevos emprendimientos hayan encontrado nichos de mercado rentables.

Los relevamientos hechos por el Ministerio de Industria destacan, entre otros resultados, un aumento del grado de informatización, modernización tecnológica, crecimiento de la profesionalización, y mayor participación en la ejecución de acciones de responsabilidad social empresaria.

Apostar a las pymes, darles nuestro apoyo, confiar en los proyectos en mi modesta opinión, es apuntar al desarrollo lento pero seguro de nuestra economía.

¡A poner el hombro entonces!

 

* Fercol Lubricantes