Lubricación y mantenimiento de la cadena de moto

La lubricación de las partes movibles de la motocicleta es esencial para salvaguardar su funcionalidad y duración.

Cualquiera que sepa un poco de mecánica tendrá muy claro que la lubricación es esencial para un buen funcionamiento; de ahí que cualquier propietario de una motocicleta debe tener muy presente esta necesidad, ya que solo de ese modo cuidará su vehículo para que no tenga daños.

La lubricación es fundamental en las piezas móviles, ya que son las que tienen un mayor rozamiento, destacando por encima de todo la cadena de transmisión secundaria, de la que hablaremos a continuación.

CÓMO LUBRICAR ALGUNAS PARTES DE LA MOTO lo más adecuado es utilizar los productos que se han desarrollado específicamente para estos menesteres. Hay que tener en cuenta que ya se comercializan en formatos que facilitan mucho la tarea, lejos han quedado algunos momentos en los que había que aplicar algunos lubricantes con las propias manos. En la actualidad es posible comprar el lubricante en spray y con la cánula que ayuda a su aplicación en cualquier tipo de superficie o pieza.

Respecto a estas, las que suele ser conveniente lubricar para evitar que se deterioren con el uso o se oxiden son las siguientes:

– Rodamientos, piñón de ataque y corona de las ruedas.

– Cables de acelerador y de embrague.

– Bieletas de suspensión trasera.

– Pata de cabra o caballete.

– Cerradura del depósito de combustible y del contacto.

– Manetas y palancas de los mandos.

CÓMO LUBRICAR LA CADENA DE LA MOTO aunque si hay una pieza que requiere un mayor trabajo de lubricación o engrase, esa es la cadena de la moto, ya que requiere un mantenimiento habitual al está sometida a un continuo movimiento.

Para que quede lubricada y en perfecto estado, los pasos que se deben dar son los siguientes:

En primer lugar, hay que llevar a cabo una exhaustiva limpieza de la cadena para eliminar cualquier resto que pueda provocar un mal funcionamiento o una daño futura. Para ello se pueden utilizar productos que han sido diseñados para esta labor, pudiendo emplear un cepillo accesorio que ayude. Sea como fuere, hay que recordar que supone una gran ayuda el hecho de que la rueda trasera no debe estar en contacto con la superficie, conviene emplear un caballete que la eleve, porque así será más fácil girarla. Asimismo, conviene poner algo en el suelo para que toda la suciedad caiga sobre ello y no manche todo.

Una vez que está limpia y seca (hay que eliminar cualquier rastro de humedad en la medida de lo posible), es el momento de lubricarla y engrasarla. Para ello solo hay que ir aplicando la grasa para cadenas en cada parte de la misma. Claro que conviene tener presente el uso que se le da a la moto y el ambiente en el que se va a desenvolver. Es decir, en el caso de que la climatología sea lluviosa y húmeda, hay un tipo de grasa que le vendrá mejor, la cual también será perfecta si se utiliza la moto cuando llueve o si se recorren caminos por los que haya charcos. Asimismo, hay otros productos que están preparados precisamente para lo contrario. De ese modo, la cadena quedará perfectamente lubricada y dispuesta a ser utilizada.

Así pues, en resumen, cuando se trata de lubricar las partes móviles de la moto, no hay que escatimar en cuidados ya que de eso depende una conducción más segura y la no aparición de daños evitables.

FUENTE Revista Pasión por las Motos