La marca Mobil se propuso buscar historias de sus principales compañeros que sirvan de inspiración para otros lubricentros, que se compartirán en distintas ediciones de la revista.

Ángel Giaccone es ingeniero mecánico, tiene un historial en el automovilismo, un emprendimiento de medidores volumétricos y desde 2019 está al frente de su local Kitt Lubricentro en la localidad de Junín. Desde allí, nos cuenta su historia.
-¿Cómo nace Kitt Lubricentro? ¿Cuál es su historia?
-Apenas terminé la facultad, comencé a trabajar en la comisión nacional de energía atómica (CNEA), pero siempre a la par me dediqué al automovilismo. En el año 2010, con compañeros de trabajo diseñamos un equipo para medir la relación de compresión de los motores de carrera del Turismo Nacional (TN), que hasta el día de hoy sigue siendo el equipo oficial de medición de esa categoría. En el 2014, mis compañeros decidieron alejarse del automovilismo y comencé a liderar la fabricación, comercialización y asistencia técnica de los equipos de medir relación de compresión, a través del lanzamiento de la marca Giaccone Ingeniería. En un momento, cuando con mi mujer íbamos a recibir a nuestro primer hijo, sentimos que necesitábamos un cambio de vida; vivíamos en capital y teníamos un ritmo laboral muy ajetreado. Es ahí cuando surge un puesto laboral en 9 de julio, pero el trabajo no era lo que esperaba y luego de seis meses lo abandoné y me dediqué de lleno a atender a mis clientes del automovilismo por un año y medio, en Junín. El contexto generó que la situación con el automovilismo se complicara y junto con una baja en las ventas en mi emprendimiento, comencé a pensar en nuevas alternativas que fueran complementarias de mi actividad. Analizando las posibilidades, me di cuenta que en Junín, que es una ciudad de 100.000 habitantes había muy pocos lubricentros. Y ahí fue que en noviembre del 2019 monté Kitt Lubricentro, en honor al programa de televisión El Auto Fantástico.
-¿Cuál fue tu estrategia para brindar un servicio diferenciado?

-Mi idea fue consolidar un lubricentro del mismo estilo de los que se encuentran usualmente en CABA: bien armado, con todas las herramientas necesarias y con una linda sala de espera para los clientes. Apostamos además a cambiar la cultura de los conductores para transmitir que a la hora de cambiar aceite y filtro, la mejor opción es ir a un centro especializado.
-¿Tu experiencia con el automovilismo te jugó a favor?
-Sí, totalmente; trabajar en el automovilismo te da un respaldo. Pero, además, los clientes que vienen buscan asesoramiento, y el servicio del lubricentro está basado en eso para brindar confianza en las personas. El que viene a dejar el auto es porque realmente confía en vos, por eso es fundamental hacer las cosas bien.
-¿Cómo notas que ha ido creciendo la clientela desde que abriste hasta ahora?
-Bien. A pesar de la complicada situación, dado que al tiempo que abrimos comenzó la pandemia, viene creciendo de a poco. El cliente que vino en el 2019, en el 2020 volvió. El cliente que vino una vez, vuelve. Y eso es satisfactorio porque para nosotros es una muestra de que estamos en el camino correcto ofreciendo un servicio que cubre las expectativas del cliente.
-¿Cómo promocionás tu lubricentro?
-En la era de las redes sociales, buscamos tener presencia en Instagram y Facebook. Tratamos de hacer algo diferente a través de publicaciones con contenido educativo para el cliente. Si bien publicamos los trabajos que hacemos, los autos que atendemos, siempre estamos haciendo “docencia” con el cliente para que cuando venga, se sienta mucho más cómodo con lo que le recomendamos. Paralelamente, utilizamos medios tradicionales como tv, diarios y radios.
-Desde tu visión profesional y técnica, ¿cómo evalúas los productos de las marcas con los que trabajás y comercializás?
-Trabajamos con marcas que nos garanticen la mejor calidad en filtros y en lubricantes. Mobil, por ejemplo, es una marca que conozco desde el automovilismo y la recomiendo porque sé que es un producto bueno, de calidad y he visto en funcionamiento. La Clase 2 de Turismo Nacional usa el Mobil 1 5W-50 y la clase 3 de Turismo Nacional usa el aceite de carrera Mobil 1 0W-50; quien está en el automovilismo sabe que funciona excelente.
-¿Qué cosas considerás que son claves a la hora de hacer crecer el negocio y de ir ganando nuevos públicos?
-Ante todo, el punto número uno es la honestidad. También la calidad del servicio y de los productos con los que se trabaja. Todo debe ser comunicado al cliente, tanto aquello que hiciste como lo que dejaste de hacer, si se pudo realizar algo o no, etc. Eso va de la mano con el trato con el cliente. Se tiene que sentir cómodo y parte de tu negocio. Y más en una ciudad chica como Junín, donde las recomendaciones son de boca en boca, lo que considero es la mejor publicidad.
-¿Cómo seguís capacitándote para seguir brindando un servicio de calidad?
-Siempre me encuentro capacitándome a través de charlas que brindan ingenieros o gerentes técnicos, además con amigos y colegas del sector. Uno siempre está tratando de estar al día y más con los lubricantes, que van desarrollando nuevas tecnologías con diferentes especificaciones. No es más como antes donde había poca variedad y aplicable a todo. Hoy hay que saber qué aceite lleva cada auto y qué se recomienda. También tengo varios programas de software donde consulto viscosidades o tablas de indicaciones para poder recomendarle lo mejor al cliente. A su vez, estoy en contacto con más de 60 lubricentros de todo el país a través de un grupo de Whatsapp, donde despejamos inquietudes e intercambiamos información. Valoro mucho esta interacción entre colegas porque compartir buenas prácticas ayuda a fortalecer a todo el sector.