Lubricación de autoelevadores

La correcta lubricación de estos equipos garantiza confiabilidad en la operación diaria, evitando costos por mantenimientos no programados y pérdida de producción.

Un autoelevador es una herramienta clave en el movimiento de mercadería.

Dependiendo del tipo de autoelevador, tendremos diferentes motorizaciones, tamaños y circuitos de lubricación.

Para iniciar el análisis, tomaremos como referencia cuatro puntos de lubricación: motor, sistema hidráulico, transmisiones y puntos de engrase. En cada caso comentaremos los requerimientos clásicos de lubricación según la configuración del equipo. Por último, mencionaremos cuestiones puntuales del entorno de trabajo, que pueden requerir de lubricantes especiales.

Motor

La motorización de los autoelevadores puede ser de varios tipos. Muchos equipos, especialmente aquellos de gran porte que trabajan al exterior, cuentan con motores diesel pesados. Para estos casos se recomienda usar un aceite formulado especialmente, con las aprobaciones o normas correspondientes. Los robustos paquetes de aditivos protegen contra la acumulación de hollín, corrosión de cojinetes y oxidación. En el portafolio de Shell hablamos de la línea Rimula, como el Rimula R4 X 15W-40, o para ahorro de combustible e intervalos extendidos de cambio el semisintético Rimula R5 E 10W-40. En entornos donde debe reducirse la contaminación para mejorar la calidad del aire, podemos encontrar autoelevadores con motor a gas. Estos motores de ciclo Otto tienen exigencias similares a las de los motores nafteros y aquí también puede recomendarse un lubricante de motor liviano como es la línea Helix. En entornos donde se busque eliminar la contaminación por combustión, ya sea porque no hay ventilación, para preservar el medio ambiente, o por otro motivo, se optará por equipos eléctricos donde no se requiere un aceite de motor. En este caso se usará grasa de alto rendimiento para lubricar el motor eléctrico, por ejemplo el producto sintético Gadus S5 V100 2.

Transmisión

La caja de cambios y el diferencial cumplen la función de llevar la potencia del motor a las ruedas en la velocidad correcta. El lubricante entre otras cosas debe proteger y refrigerar los engranajes. Es importante que el lubricante cuente con aditivos de extrema presión (EP), y que sea de la viscosidad correcta. Un aceite extremadamente viscoso, puede dar la impresión de mayor protección, pero en realidad puede ser causante de un aumento de temperatura por mala refrigeración, con su consecuente desgaste prematuro. La línea Spirax ofrece productos sintéticos y minerales tanto para diferenciales, cajas manuales y automáticas (ATF).

Sistema hidráulico

Las uñas del autoelevador cumplen la función de levantar la carga y son impulsadas generalmente por un sistema hidráulico. Este sistema requiere un aceite dedicado en la viscosidad correcta indicada por manual. Los lubricantes hidráulicos transmiten la potencia a través del fluido impulsado por la bomba hidráulica, logrando altas presiones de trabajo. Es fundamental mantener limpio este tipo de lubricante, dado que el ingreso de polvo ambiental o contaminación externa puede causar un desgaste prematuro. La línea Tellus S2 M cubre un amplio rango de viscosidades, siendo típicamente en esta aplicación ISO 46 o ISO 68. En casos de amplios rangos térmicos, puede recomendarse la línea Tellus S2 V de alto índice de viscosidad, propiedad que reduce la variación de viscosidad con la temperatura. En algunos casos incluso, puede usarse un lubricante tipo ATF, siempre que el fabricante lo apruebe.

Puntos de engrase

Dependiendo del modelo y diseño, un autoelevador tendrá distintos puntos de engrase que pueden incluir bujes y rodamientos. Grasas multipropósito de litio como la Gadus S2 V220 2 o de complejo de litio Gadus S3 V220C 2 pueden cumplir estas funciones. Las grasas de complejo de litio darán un mayor rendimiento versus las de litio, especialmente en altas temperaturas. En el caso de los bujes, puede recomendarse una grasa con aditivo sólido de disulfuro de molibdeno. Este tipo de grasa es ideal para soportar cargas de impacto. La Gadus S2 V220AD 2 es un buen referente en esta familia de productos.

Condiciones de trabajo

El entorno de trabajo del autoelevador debe ser tenido en cuenta a la hora de seleccionar los lubricantes. Existen autoelevadores que trabajan en entornos de extremo frío, como puede ser el caso de aquellos que entran y salen de cámaras frigoríficas. Aquí, es importante seleccionar lubricantes sintéticos, de muy bajo punto de escurrimiento (punto en el que deja de fluir el lubricante). Los manuales de usuario suelen recomendar estos fluidos especiales. Adicionalmente, puede trabajarse con viscosidades menores, dado que a menores temperaturas las viscosidades aumentan, este criterio ayuda a mantener una viscosidad óptima incluso a baja temperatura. Si el caso llegara a ser el contrario, equipos que trabajan en extremos calor, podríamos también optar por sintéticos dado que mejoran la resistencia a la oxidación y evaporación. En cuanto a la viscosidad, no usaríamos un grado menor, sino al contrario, en todo caso un grado superior. Todo esto siempre validado con el manual de usuario del equipo.

Como vimos, para asegurar una óptima lubricación en estos equipos, debe combinarse el lubricante correcto, evitar ingreso de contaminaciones tanto en el aceite nuevo como en el equipo, respetar los intervalos de cambio y chequeos periódicos de niveles.

Por Bernardo Seguí
Asesor Técnico Shell Lubricantes