Lubricantes ATF Lifetime: ¿verdadero o falso?

¿De qué vida están hablando? ¿La vida útil del vehículo? ¿La vida útil de la transmisión automática? ¿La vida útil del fluido ATF?

Hoy en día es uno de los debates más relevantes de la industria automotriz. Es de público conocimiento que muchas reconocidas automotrices indican en sus planes de mantenimiento preventivo que sus vehículos equipados con transmisiones automáticas, contienen dentro de ellas lubricantes con la cualidad “Lifetime”, palabra que (en español) significa “De Por Vida”.

Y acá aparece la gran cuestión: ¿de qué vida están hablando? ¿La vida útil del vehículo? ¿La vida útil de la transmisión automática? ¿La vida útil del fluido ATF? La condición de funcionamiento de un vehículo puede ser normal o severa dependiendo de quién lo conduzca y será un factor determinante en el desgaste de una transmisión, por lo que el término “Lifetime”, ¿es una estrategia de marketing de las automotrices para asegurarse el servicio de un componente tan costoso como la transmisión?

Los motores tienen en su plan de mantenimiento preventivo el cambio de su lubricante en intervalos de 10.000 a 20.000 km (dependiendo del tipo de aceite que use) porque dentro de ellos hay rozamientos metálicos, temperaturas elevadas y combustible que pasa al cárter de aceite degradándolo y obligando a su reemplazo para asegurar una larga vida útil del motor. Dentro de las transmisiones automáticas de igual manera tenemos desgastes de discos de embragues, rozamiento de partes metálicas y temperaturas elevadas, que hacen que el fluido ATF también se degrade.

Por mi experiencia en la reparación de transmisiones automáticas (algunas de vehículos que indican que su fluido ATF es del tipo “Lifetime”) me inclino a creer que ningún fluido ATF que esté sometido a las temperaturas y condiciones de funcionamiento exigidas por una transmisión automática, pueda llegar a durar más allá de 100.000 km sin tener que reemplazarlo, y en algunos casos mucho menos, rondando entre los 50.000 a 60.000 km para el cambio.

Fricción y temperatura producen la oxidación de un aceite. En condiciones normales de conducción, un fluido ATF trabaja en el orden de los 80°C a 90°C y por cada 10°C que superen la temperatura normal de funcionamiento, la tasa de oxidación puede duplicarse, acortando la vida útil del fluido a la mitad de lo estipulado.

En condiciones severas de uso como remolcar, transportar cargas o hacer patinar las ruedas en nieve, arena o barro, las temperaturas son aún mayores, llegando a los 110°C a veces y quizás más, niveles de temperatura que puede producir desgaste prematuros.

En USA, donde la mayor parte del parque automotor tiene transmisión automática, la Asociación de Reparadores de Transmisiones Automáticas (A.T.R.A. “Automatic Transmission Rebuilders Association” www.atra.com) afirma, según estadísticas propias, que se rompen por año alrededor de 10 millones de transmisiones automáticas, pero… los motores de esos autos no se rompen, ¿Por qué entonces las transmisiones automáticas fallan mucho antes que los motores?

El 90% de las transmisiones automáticas fallan por la degradación del fluido ATF, superando los 100.000 kilómetros.

La respuesta es sencilla y se resume en la falta de mantenimiento preventivo.

Otro indicador de la estadística muestra que, el 90% de esas 10 millones de transmisiones fallan por la degradación del fluido ATF superando los 100.000 km de uso.

¿Tiene un vehículo con transmisión automática? ¿Piensa comprar un vehículo con transmisión automática? Simplemente con tomar una muestra del estado del aceite, basándose en su color y en su olor usted puede saber si debe cambiar el fluido de su vehículo o, si el problema de su transmisión es porque el fluido está degradado.

Algunas transmisiones automáticas tienen una varilla para medir nivel de fluido (así como los motores) por lo cual se facilita el control de nivel y del estado del fluido. Otras transmisiones reemplazan la varilla por un tapón en el cuerpo de la caja para el control de nivel del fluido, pudiendo controlar el estado del aceite desde ese mismo lugar (consultar con manual de servicio o con un taller especializado).

La muestra obtenida del fluido deposítela en un papel/servilleta blanca o algún paño blanco, facilitando la identificación del estado, según la tabla siguiente.

Espero que esta información sea de su interés y utilidad para seguir cuidando este componente tan importante de un vehículo.

Por Gabriel Chiavetto

Profesor del Instituto Tecnológico de Capacitación Automotriz (ITCA). prof.gchiavetto@itca.com.ar / www.ITCA.com.ar / Consultas por cursos de mecánica y electrónica automotriz al: 0810-220-4822